1 Actulere puntes 317 teresados y generosos que han fundado una Alianza nacional para la propagación y defensa de la lengua francesa.
Esta conquista colonial lingüistica, que no costará ni sangre ni lágrimas, no tiene por qué inquietar a ninguna otra nación. Nuestra lengua está tan cerca de la italiana y de la española, que los franceses, italianos y españoles, al cabo de algunas semanas de permanencia en común, se comprenden sin dificultad. La preeminencia de nuestra lengua es, pues, la preeminencia de la latinidad. Roma había hecho ya reinar en el mundo la paz romana, es decir, no sólo su lengua maravillosa, sino también la serenidad de la justicia, gracias a sus poderosas instituciones jurídicas. No dejemos perecer esta civilización greco latina. hay que luchar contra los bárbaros de Rusia y de Asia que pretenden sumergirla. Hé ahí una noble empresa en que no desfalleceremos.
Si doy tanta importancia a la extensión de nuestra querida lengua, es porque, si no administrativamente, intelectualmente somos hermanos de cuantos hablan con amor el francés.
Nuestra mentalidad general depende de nuestra lengua. No se crea que existe una raza francesa o una raza alemana o una raza italiana. La confusión étnica es absoluta: flamencos, bretones, vascos, normandos, auvernianos, borgoñones, lorenos, alsacianos, provenzales, todos son buenos franceses, porque hablan la misma lengua y piensan, por consiguiente, de un modo semejante.
Hablar francés, significa que se ha tenido los mismos maestros y que, por tanto, se comprenden las cosas del mismo modo. Nuestros conceptos dependen de nues