Elías Jiménez Rojas

314 puntes el inglés. Para el desarrollo de la inteligencia, desarrollo que se manifiesta ante todo por el vigor que el estudiante alcanza en el dominio de su propia lengua materna, enséñese clásicamente una lengua viva y clásica. el alemán o el francés. Lo más cuerdo es la elección del francés. Desde el Renacimiento, la literatura francesa ha vivido de los más puros ideales de humanismo. Los franceses, como los antiguos griegos, poseen el don de la medida, así se llamen Bonaparte o Foch, Clemenceau o Poincaré, Bossuet o Monsabré, Pascal o Descartes, Berlioz o Massenet, Buffon, Lavoisier, Cuvier, Lamarck, Fresnel, Elías de Beaumont, Claudio Bernard, Pasteur o Berthelot. El francés es la lengua de las ideas claras y de las ideas universales. Por todo, la literatura francesa es la más accesible y la más llena de atractivos para nosotros los sudamericanos.
He cogido demasiado campo con esta introducción innecesaria, mi estimado amigo. Ahora, el artículo de Richet.
Elías Jiménez Rojas