1 Actulere 313 puntes mada; a partir del día en que a los jóvenes, en vez de hacerles perder varios años en estudios estériles, se les ponga en contacto con la realidad y se les inicie en las cosas de la Naturaleza, que tiene que ver más con la verdad que con la fantasía, se hará una revolución en la inteligencia alemana y ésta conquistará el primer rango en Europa. Estas palabras cuentan unos 83 años.
La condena llamémosla así de ese tipo escolar, la hizo el mismo Liebig, con la lealtad de un verdadero sabio, cuatro años antes de su muerte, en los términos siguientes: He dicho que únicamente la educación por las cosas naturales convenía a los jóvenes que deben dedicarse a la ciencia. La experiencia me ha enseñado esto: los alumnos que de las escuelas reales vienen a mi laboratorio son, el primer año, superiores a los alumnos de los gimnasios clásicos. el segundo año, les son iguales. el tercero, les son inferiores. Estas palabras fueron dichas el año en que yo nací.
Había, pues, triunfado definitivamente el clasicismo, en Francia, en Alemania, en Inglaterra, en todas las esferas más cultas, cuando surgieron en nuestra América del Sur las escuelas reales y barrieron con todas las otras. ahí estamos, siempre con más de media hora de retardo.
Para volver al clasicismo, no es indispensable restablecer en su trono a los odiosos maestros de lenguas muertas. Lo que urge es elegir entre las lenguas vivas una que haya sido bien trabajada y servirse de ella para hacer los mismos ejercicios de traducción profunda que se hacían con el griego y el latín. Para atender a las exigencias de las relaciones internacionales, que se enseñe vivamente la lengua de mayor importancia actual hoy