310 puntes este niño tiene una constitución original verdaderamente mala, no será nunca más que un sér débil, poco inteligente, sin fuerza moral ni buen juicio, un enfermo, un criminal o un loco, cualquiera que sea la excelencia de sus alimentos, de su medio y de su educación. Se concibe, pues, fácilmente, cuán graves son, para la raza, tanto como para el individuo, las enfermedades capaces de alterar hereditariamente la calidad de los tejidos. Entre esas enfermedades, la más importante es la sífilis.
La sífilis es producida por un muy pequeño microbio, el treponema pálido. Este microbio tiene el aspecto de un hilo extremamente tenue. Su potencia es verdaderamente extraordinaria. En el curso de los siglos, ha destruido más hombres, familias y reinos que las más largas guerras. La desaparición del treponema de la superficie de la tierra sería para la humanidad un suceso mejor que el desarme de todas las naciones. Este agente tan peligroso puede sin embargo ser matado por ciertos compuestos de mercurio, de arsénico y de bismuto.
Pero estas sustancias lo alcanzan difícilmente en las regiones del cuerpo en que él se oculta. Por esto se creía que la sífilis no era completamente curable.
Esta creencia no es ya justificable. Una sistematización nueva del tratamiento de la sífilis ha sido establecida por la ciencia y el desinterés de un benefactor de Francia y del mundo: el doctor Vernes. Su método está basado en una medida exacta del estado de la sangre de los enfermos y del líquido que rodea su cerebro y su médula. Este estado se expresa mediante una cifra. Las variaciones de esta cifra indican claramente la marcha oculta de la enfermedad, del mismo modo que la curva de la temperatura indica la evolución de la fiebre ti