Lenin

A puntes 299 No se pueden gobernar cien millones de brutos, sin el bastón, la policia, el terror, las horcas, las galeras y la tortura. exclamaba Lenin.
En las horas de la mañana estuvimos a buscar al Lic. don Francisco Echeverría García, en su despacho.
En ese momento cambiaba impresiones, sobre asuntos de la oficina, con algunos de sus subalternos. Así se resuelven muchos casos delicados que suelen presentarse en el Registro de la Propiedad. Los registradores consultan y don Chico, que es como un libro abierto por la gran práctica que tiene, a más de su buen sentido jurídico, contesta, y si es oportuno, comenta el texto legal, la disposición que se aplica. veces hay una observación y él la atiende y hace la réplica.
Para no interrumpirios, pedímos audiencia para la tarde, y se nos concedió. Don Chico, ya lo sabemos, no es muy amigo de reportajes, pero cuando úno lo interroga, habla, con esa misma sencillez con que explica a sus subalternos asuntos del trabajo diario. pesar del fuerte aguacero del medio día, don Francisco estaba a la hora convenida. Leia un libro de Giovanni Papini, Gog.
Al vernos lo cerró para saludarnos. Pero punto y seguido lo tomó de nuevo, y sonriendo, dijo. Voy a leerle un parrafito, que viene de perlas. He consentido en recibirle porque no es usted ni un mendigo, ni un literato, ni un periodista, ni un desocupado, ni un editor, ni un coleccionista de autógrafos, ni un admirador. Todas estas personas son igualmente nefastas e igualmente insoportables. Me defiendo de