Communism

302 puntes ocupan peldaños más elevados en la escala de la fortuna, y le parece de indiscutible justicia y de lógica irreprochable que como decía Mantegazza los gorriones quieran hacer sus nidos donde los fabrican las águilas, y que las zorras pretendan disputar el desierto a los leones.
Si se estableciera el comunismo, los esforzados se pondrían a la altura de los incapaces; ni inventos ni descubrimientos llegarían a realizarse y el progreso quedaría sepultado.
Yo concibo el comunismo únicamente en los faltos de iniciativa y de métodos disciplinarios. En los que miran a los otros con envidia, y en vez de tratar de ponerse en su lugar, y avanzar, quieren que todo se nivele, que haya como un solo rasero, para apreciar a los hombres.
El comunismo que cabe. el que aceptaría, sería aquel que se fundara en la fraternidad, en la filantropía: que el rico ayude al pobre, que el fuerte defienda al débil, que enseñe el instruido al ignorante, y que el protegido, en cambio, sienta la gratitud hacia su protector. Lo que la humanidad necesita son vínculos de solidaridad y no desbordamientos de odios y de envidias. Se habla de comunismo en Costa Rica. Pues que se llame a sus predicadores y se haga un ensayo: que se les dé una provincia para que la conviertan en un edén dentro de un plazo prudencial; pero eso sí, que garanticen con sus cabezas que en esa nueva Ciudad del Sol no habrá ni astutos, ni codiciosos, ni opresores. Se atreverían los fundadores a rendir la garantía. Mucho me temo que no. Del Diario de Costa Rica de 17 de mayo de 1932.