288 puntes hacerme en una misma conversación el panegirico del soviet y de la tuberculosis. Yo lo he dejado despacharse a su gusto, sin descubrirle mi intima fruición. Según él, a la fiebre bacilar de los más fogosos revolucionarios rusos debemos el panorama que nos ofrece la colosal nación. Bueno, digo al fin yo, sea la tuberculosis o sea cualquier otro desorden fisiológico el gran agente de la revolución rusa, estemos tranquilos, que no hay mal que dure cien años.
Aun en Rusia, el capitalismo de Estado y la dictadura de los proletarios que constituyen en suma el comunismo ruso no pueden persistir en la forma bárbara de hoy. Por muy oriental que úno sea, por muy predispuesto que úno esté al automatismo gregario, en el fondo se tiene que ser hombre, provisto como tal de un instinto de conservación y de un instinto de expansión individual. de abril de 1932.
El socialismo como contradicción radical de la libertad, como antítesis manifiesta del derecho. no puede ser, nó, el ideal sublime de la democracia, sino el ideal de los que tienen la vista vuelta atrás y lo esperan todo, aún, del poder del Gobierno y del criterio del Estado.
Emilio Castelor.