ChekaCommunismLeninStalin

232 puntes que se sostiene con fusilamientos y destierros, obliga a mujikes y a intelectuales a doblar devotamente la rodilla ante la imagen de Lenine y ante los verdugos de Staline, como en otro tiempo, con la misma devoción, doblaban la rodilla ante los iconos y el Zar.
Gracias a las maniobras de la Gepeou y de la Tcheka, viven los rusos, sin rebelarse, en el hambre y en la verminosa miseria. Jamás se vió antes en la Historia un tan colosal avasallamiento material y moral a la vez.
La Europa occidental, noble heredera de la gloriosa civilización greco romana, no debe prestar su apoyo a este puñado de malhechores que, a pesar de sus protestas de pacifismo y de desarme, preparan contra ella un formidable ejército (cinco millones de SOLDADOS ROJOS. Un tratado negociado con ellos les daría una apariencia de legalidad y contribuiría al aplastamiento definitivo del pobre pueblo ruso.
Esperemos que el Parlamento francés, defensor de los derechos sagrados de Francia, sepa oponerse a esta aberración.
Carlos Richet, eminente fisiólogo y filósofo.
Tradn. de Es inútil conversar con los comunistas. Ellos no aceptan discusiones. Rechazan de antemano el libre examen de sus procedimientos y, aquí viene lo más grave, hacen befa de nuestro concepto del lenguaje. Ahora bien, para el liberal, el lenguaje es a la vez causa y efecto de la rectitud de pensamiento, y la rectitud de pensamiento es el alma de la bienandanza de la humanidad.