Soviet

230 puntes Los soviets no se creen obligados por los pactos que ellos firman Tratar con ellos, es reforzar sin ninguna ventaja su tiránica potencia.
Un juicioso filósofo ha sostenido con razón que ningún estado social sería posible si no hubiera el respeto de la fe jurada. Toda nuestra vida, individual y social, tiene esto. por base: QUE SE DICE LA VERDAD. En Francia, como en casi toda la Europa occidental, reina este gran principio de moral: que no es lícito engañar y que es preciso cumplir lo prometido.
No podemos concebir una sociedad en la cual un compromiso no signifique nada, un juramento solemne no se tome en cuenta y la palabra de honor sea un juguete. Lo que es verdadero respecto a los individuos lo es también para las naciones? Seguramente. Cuando un tratado ha sido firmado entre dos pueblos, compromete el honor de esos dos pueblos. Sí, señor de Bethmann Hollweg, los tratados no son papeles mojados.
El embajador de Ingaterra, en la memorable entrevista que tuvo con Ud. en Berlín antes de la guerra, en agosto de 1914, le declaró, en nombre de su Gobierno, que el honor de Inglaterra estaba en respetar el tratado que ella había firmado, tratado que garantizaba la neutralidad de Bélgica.
Ahora es cuestión aquí no del tratado de Versalles sujeto. ay. a tántas controversias. sino de un nuevo acto diplomático muy grave: del tratado llamado de