218 puntes nuestra imaginación no puede concebirla. En efecto, el cerebro humano contiene unos doce mil millones de células. estas células no forman un simple montón: están organizadas en un sistema armonioso mediante fibras de una gran tenuidad que las asocian unas con otras, las ponen en relación con el resto del cuerpo y con el mundo exterior y les permiten obrar sobre los músculos y los órganos. Estas fibras dan nacimiento a numerosas ramificaciones. Las extremidades de estas ramificaciones entran en contacto con el cuerpo y las ramas de otras células. Todas estas células distan mucho de ser identicas. Parecen pequeños animales de especies variadas, pero poseyendo el carácter común de prolongarse en el espacio por finos y largos tentáculos. Sabemos también que estas células no se multiplican durante el curso de la vida. Pero si no aumentan en número cuando la edad avanza, perfeccionan en cambio poco a poco su estructura. La riqueza de las arborizaciones nerviosas aumenta progresivamente, de suerte que las células se asocien de un modo más o menos completo. Existen quizás varios millones de billones de relaciones celulares diferentes.
Es así como el cerebro constituye el sistema más complejo que existe en nuestro universo.
Pero la calidad del pensamiento no depende únicamente de la constitución del cerebro. La actividad de las células nerviosas, como la de todas las otras células del cuerpo, depende del estado de los humores en los cuales estas células están sumergidas. Por esto el cerebro está bajo la influencia de los otros órganos, que vierten