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206 2 untes un resultado contraproducente y demoralizador: tras un instantáneo fogonazo de holgura se ataca la propiedad legitima y se desbarajustan los hábitos de previsión y de trabajo metódico.
Las nociones más simples sobre el precio de las cosas (inclusive el interés o precio del uso de un capital ajeno. sobre el crédito, etc. están empañadas. Hemos oído en estos días negar aquí verdades tan trilladas como la de que la desconfianza expulsa el crédito. esto en momentos en que los políticos mejor avisados procuran en Francia, en Estados Unidos, en Alemania, en Inglaterra, restaurar de un modo u otro la confianza, para restablecer el crédito. Quiere usted otro ejemplo de disparate económico. Lo encuentra en una conversación publicada en una de las últimas ediciones de La Tribuna. El que habla es un viajero inglés. Entre los beneficios del turismo, señala él la posibilidad de que el turista se convierta en inmigrante o en agente de inmigración. Inmigración, cuando hacen falta capitales y sobran brazos. Pasando a otro tema, el nombre de usted y el de su hermano don Alfonso están en la lista de aceptables colaboradores doctrinarios del Partido Nacionalista. Leyó usted. Sí, leí. Tenemos que agradecer el honor, pero tenemos que declarar que no somos nacionalistas, si ha darse a esta denominación el sentido que se le da ahora. En otro tiempo, el término nacionalista y el término individualista se correspondían. Quien era individualista en la sociedad de los individuos, era a la vez nacionalista al pedir para su nación el máximum de libertad dentro de la sociedad natural que forman las naciones, sociedad