AnarchismIndividualismSocialism

200 Apuntes Respuesta a un artículo del Diario de Costa Rica de de Noviembre Son comparaciones buenas las que sirven para aclarar el razonamiento; son malas aquellas que lo entenebrecen.
Por regla general, hay que tenerles miedo a las comparaciones. Ellas constituyen frecuentemente el escollo que acecha a las inteligencias brillantes pero mal inspiradas.
Una cosa es la terca discusión sobre materialidades palpables y otra es la disquisición relativa a conceptos cuyo grado de veracidad no se impone con evidencia. De imponerse, la disquisición vieja relativa al Uno y la Colectividad habría terminado desde hace veinte siglos o más.
El extremo opuesto del socialismo es el anarquismo. El individualismo está entre esos dos extremos, lo cual no quiere decir que todos los individualistas ocupen posiciones idénticas. Yo nunca he sido anarquista. En mi adolescencia, en el colegio, fui individualista hasta el punto en que podía serlo entonces. Después, cuando joven, fui socialista, bajo la influencia de Jaurés, cuyo socialismo, dígase de paso, distaba mucho del que hoy está de moda, tan estrecho y tan necio. El socialismo mío duró a lo sumo seis años. Volví pronto al individualismo, con miras definidas, y en él me mantengo todavía, enemigo del Estado maestro de escuela, del Estado empresario de ferrocarriles, del Estado banquero, del Estado electricista, etc. etc. creo firmemente haber hecho bién al país con mis conferencias y publicaciones. De mi sinceridad no le es lícito dudar a nadie, puesto que mi pro