190 Apuntes afuera, y salió quizás pensando que en los corazones y en las cabezas de la muchedumbre escolar había también animación. Si el juicio de un Ricardo Jiménez, relativo a un diminuto colegio, ha pecado de ligereza, según afirman. qué cabe esperar del juicio de tal o cual literato frente a la colosal y hoy más que nunca misteriosa Rusia. Esto que acabo de decir, ruego a usted que lo suavice, porque me unen vivas simpatías a don Ricardo Jiménez y al personal del Liceo. Pero amor no quita conocimiento. Mi mala opinión, de la segunda enseñanza en Costa Rica, se la debo una revista oficial, órgano de los colegios superiores de la República. En ella se publican trabajos de los profesores y de los alumnos y los programas para los exámenes de bachillerato. Hay que leerla! Es un descrédito. Entre ella y La Enseñanza. que se publicaba hace 60 años hay un desnivel desconsolador. Echo de ver que usted quiere levantarse. Será indiscreto pedirle antes su parecer acerca del reciente Decreto de la Quinina. Vea, de él habríamos debido platicar al comienzo, a propósito de los entierros. Ese decreto es otro muerto. Habéis notado decía Emilio Faguet que los hombres más inteligentes, una vez que han alcanzado el éxito, no son ya tan inteligentes? El doctor don Solón Núñez fue un maestro de escuela muy bueno y ha sido un ministro de salubridad muy malo. No hay salubridad en la República. Lo que hay es un gasto de millones y una montaña de reglamentos de pésima contextura y de imposible cumplimiento.