CommunismFrance

188 p un tes en el Gobierno. El comercio y la industria han soportado en Francia terribles impuestos, porque han tenido confianza en los administradores nacionales. esta confianza ha resultado justificada, como lo atestigua el oro acumulado en pocos años, oro que ha devuelto al país su prestigio en beneficio de todos. Si los contribuyentes franceses hubieran tenido, para retraerse, las razones que los costarricenses tenemos, el resurgimiento del Estado francés no se habría producido. Lo que espero para Costa Rica, ya lo he dejado entrever en otra ocasión, pero no me atrevo a expresarlo sin rodeos. Lo que espero para Francia. si quiere salvarse definitivamente, es que comience ahora a descargar a sus contribuyentes, a fin de que no perezcan de extenuación. el comunismo? No me dirá usted que le faltan panegiristas. Pero de todos juntos no se hace uno solo. Los juicios hasta ahora emitidos acerca del régimen comunista en Rusia no merecen mayor consideración. Rusia por las dificultades del idioma y del viaje y por temores fáciles de comprender no van más que ciertos viajeros. unos, poquísimos, enemigos del comunismo, y otros, los más, amigos de antemano. Unos y otros ven las cosas del color del cristal que llevan en los ojos. Es más todavía. tampoco debe inspirar confianza el juicio que a la ligera haga un imparcial, por capacitado que él sea. Un régimen social no puede ser apreciado sino a través del tiempo. En este caso, medio siglo es un minuto, y el régimen soviético no cuenta ni quince años. Lo más que puede ser observado hoy en Rusia es el cuadro de una sociedad colectivista que disfruta de la obra secular de sociedades individualistas. Alumbrado, calefacción,