Elías Jiménez Rojas

A u t es 183 cia es engañosa y debe saberse además que posee una acidez francamente volcánica. Esta acidez la hace impropia para piscinas y tal vez para nuestra alimentación.
De La Tribuna de 21 de Octubre Visitámos ayer a don Elías Jiménez Rojas. Hola, mi viejo amigo Borges. exclamó al vernos, cogiéndonos la delantera. Esta vez será Ud. quien tiene que hablar. Tan periodista es Ud. como yo. Voy a reportearlo. Pregunte usted, don Elías, repusimos, con la confianza de que en la pregunta vendría lo que habíamos ido a buscar. Vamos a la primera pregunta. Lea Ud. los nombres que aparecen al pie de todos estos artículos: Ricardo Jiménez. Alberto Brenes. Alejandro Alvarado Quirós. etc. Los señores que responden a estos nombres son todos titulados, pero todos tienen el buen gusto de no recordar sus títulos al firmar. Alguno, como el profesor García Monge, por ejemplo, lleva su elegante llaneza hasta el punto de pedir a sus amigos que se economicen el tratamiento siempre que a él hayan de dirigirse. Lea Ud. ahora estas otras firmas: Doctor Fulano, Doctor Zutano, etc. y dígame por qué han de seguir mereciendo los médicos el dicterio de pavos de la universidad. No es por falta de cultura. Por qué?
Nosotros, en vez de responder, tomábamos nota como quien espera dar luego la respuesta.