Apuntes 179 haya librado de ellas teniendo como tengo un periódico propio en donde expongo mis ideas cuando las siento maduras.
No dejaron de producirnos un efecto desconsolador las anteriores palabras. Pero no por eso cejamos en nuestro empeño de hacerle hablar a toda costa, pese a su actitud opuesta a nuestros deseos. insistimos porque el oficio de periodistas es insistir, a veces hasta la impertinencia o hasta la pertinacia irritante.
Pero don Elías dijimos no cree usted que los diarios, con todas sus calamitosas fallas y sus comunes y cotidianos errores, sirven al menos para crear opinión y que por tanto, requieren el concurso de los hombres como usted? lo que el señor Jiménez Rojas contestó. de qué quiere usted que hablemos. Seguramente de un asunto de actualidad, esto es, de algo que yo no haya podido estudiar todavía. Hombre de cerebración lenta, como yo, no debería consentir en que sus conversaciones improvisadas se hicieran públicas. Además, la autoridad misma conferida por los años es una razón para ser muy parco en la expresión de las opiniones.
Acaba de afirmar Henri Massis que la generación de postguerra, está caracterizada en todo el mundo por su fisonomía confusa y por el hecho de que no ha salido de sus filas ningún moralista ni ningún escritor de ideas. Juan Stoianovitch dice que hoy se escribe sin espíritu crítico, sin fijar el punto. Pues bien, si no nos defendemos los viejos, ustedes los reporteros nos van a convertir en jóvenes de post guerra. Cómo hemos de fijar el punto si se trata de sucesos de otros países la caída de la libra o los planes de Hoover, gr. cuyos resortes principales no conocemos, o si se trata de eventos locales