162 puntes ¿Para qué entonces la Universidad. La palabra Universidad no tiene sentido ahí donde no hay institutos docentes de diversos grados y diversas indoles Unidos por un interés común. La Universidad hace posible que yo pueda tener mi colegio: mis alumnos, se gradúan ante un cuerpo que no tiene que ver con las autoridades políticas.
Como la mayoría, por no decir todos los jóvenes, corren tras los títulos, cuando no existe una Universidad independiente del Poder político, que otorgue esos títulos, no pueden vivir las escuelas privadas, salvo si estas son confesionales.
Recuerdo con simpatía el caso de los poco liberales franceses que pedían la libertad de enseñanza en los años de mi juventud. Cómo, les decían sus colegas, sois jesuitas? ellos respondían con serenidad. Pues, si estar del lado de la libertad es ser jesuita, somos jesuitas.
He sido siempre un partidario del restablecimiento de la Universidad. Pero ahora pienso que, en mi vejez, sería como un castigo para mí verla renacer. precisa restablecerla. Faltan hombres, se dice, y para que los haya es necesaria la Universidad.
Pero, lo juro, la nueva Universidad tendría al comienzo directores de un nivel más bajo que los que tenía la antigua al morir.
Es el mismo fenómeno que se ofrece en cualquier organismo. La condición primaria para que ese organismo se perfeccione, es que exista. Hay que pensar en la selección de hombres que se hubiera efectuado dentro de la Universidad en el curso del medio siglo que ha transcurrido. En los comentarios oídos en la calle, se habla de importar elementos para contar con un grupo dirigente