152 p u t es hacer ninguna. Nuestro mejor ideal es el de mantener nuestra propia salvaguardia que es la Constitución de la República. Porque usted debe saberlo, y con usted todo el país, que en Costa Rica no hay diferencias de criterios sociales en ninguno de sus aspectos. Aquí no tenemos problemas religiosos. Aquí no tenemos problemas ideológicos. Aquí no tenemos problemas partidaristas. Aquí no tenemos siquiera el problema del proletariado y del rico. Los presidentes más liberales, suelen respetar con mayor reverencia los principios católicos, y los más extremistas sacerdotes, suelen respetar todas las religiones.
No hay ni conservadores, ni liberales. Aquí no hay ni pobres ni ricos. en materia de ideas administrativas, todos los costarricenses estamos de acuerdo, enteramente de acuerdo. No hay quien tenga discrepancia. Por eso no creo en las revoluciones, porque las revoluciones son un producto de los grandes apasionamientos. Los costarricenses no solemos pelearnos por ideas, porque, como antes tengo dicho, estamos unísonos en el pensamiento. don Alberto nos habló largamente acerca de la imposibilidad de divisiones muy enardecidas. como era tiempo de hablar de política, no para conocer su partidarismo, sino para conocer el panorama que sus ojos ven por encima de las pequeñas pasioncillas, preferímos hacer párrafo aparte: La política. Lo que yo pienso de los partidos y de los candidatos, es que nada tenemos que temer de ningunos de ellos, mientras ninguno pretenda salirse del marco constitucional. Nuestra vida es clara. Digan lo que digan los que alternan en las discusiones partidaristas, ninguno