A punt es 143 con motivo de la muerte del malogrado poeta Juan DiegBraun. Desde esa fecha estuve 20 años sin escribir ni un solo verso, hasta 1914 en que dediqué unos mi esposa y abrieron brecha a una nueva serie de composiciones, casi todas consagradas al dulce hogar.
La primera selección de mis versos se publicó en un número de Ariel, por el año 1912, y una colección completa en otro de los Anales del Ateneo, con el título de Viejos Moldes. en 1914; después he escrito y publicado, los siguientes libros: La Epopeya de la Cruz: primera parte, La Divina Infancia. 1921; segunda parte. Vida Pública de Jesucristo. 1923, y tercera parte, Pasión y Muerte de 1924. Al Margen de la Tragedia, 1923. Cantos de Amor y Poemas del Hogar, Ritmos y Plegarias, Orto y Ocaso, en 1926.
Debo consignar que pude hacer la publicación de La Epopeya de la Cruz, libro que ha merecido una bendición de Su Santidad y elogios de algunos literatos, gracias a la generosidad de don José María Arias, quien lo hizo con la condición de que, si había ganancia sería para mí, y en caso de pérdida, la sufriría él. Si Monseñor Stork, de imperecedera memoria, hubiera vivido algunos años más, habría yo recibido decidido apoyo de ese Ilustre Pre lado. Del clero de este país es justo que mencione al Rosendo de Valenciano, por el empeño que se dignó poner en la venta y la lectura de ese largo poema.
Estuve en Europa tres años y medio, particularmente en París, Bruselas y algunas ciudades de Alemania, Suiza, España e Italia, y regresé en 1888.
Pasaré por alto unos amores locos, nada platónicos, que tuve en la capital francesa y mis impresiones al visitar las mencionadas ciudades y sus más importantes