Socialism

A u t es 125 Lo repetiré otra vez, todo eso se realizará sin trastornos, y nos veremos al término del socialismo sin encontrar el socialismo en nuestro camino. Los viejos marinos hacer creer a los neófitos que yendo de uno a otro polo se encuentra la línea ecuatorial, tensa y resistente, en la superficie del mar. No, no es posible encontrar la línea, y a menos de realizar cálculos minuciosos, se rebasa sin notarla: de igual modo se rebasará la línea socialista. Los hombres del 48, a los que tanto parecéis estimar, eran generosos, pero irritantes. No hablaban del Porvenir sin mayúscula, y lo oponían al Pasado y al Presente como un arcángel de luz a un demonio de tinieblas.
El soplo del Porvenir lo sentían continuamente pasar entre sus largos cabellos y por su luenga barba. Esperaban al hombre del Porvenir, a la sociedad del Porvenir, a la ciencia del Porvenir, al arte del Porvenir, a la religión del Porvenir. Hasta creo que el modesto sol que nos alumbra era muy mediocre para ellos que esperaban el sol del Porvenir. Se figuraban que el fuego y el hervor de las almas iba a suscitar una sociedad nueva como el fuego interior de la tierra puede suscitar nuevas montañas: en estas esperanzas había mucho orgullo, pues por de contado se consideraban ellos como los ordenadores de la nueva sociedad, y las nuevas cimas el pedestal sobre que ellos se erigiesen. Ilusiones de la generosidad. Quimeras de la vanidad. La sociedad humana tiene, como la tierra, una forma casi definitiva: sin duda habrá transformaciones: pero nó extraordinarias reconstrucciones. Nunca habrá revoluciones sociales como no hay revoluciones geológicas.