Communism

A r te 97 Contra el Comunismo El comunista más puro de nuestros tiempos ha sido Esteban Cabet, el autor del Viaje por Icaria. Ha admitido la monogamia, la separación de habitaciones, una de las comidas diarias en privado, la vida individual todos los días festivos. Para cada familia de labradores ha querido su granja con su jardín y su huerta; no se ha acordado siquiera del establecimiento de talleres nacionales agrícolas.
Dan lugar estos hechos a graves y muy fundados cargos. Si el pricipio es bueno. a qué el temor de que rechacen los pueblos sus aplicaciones más legítimas. qué, sobre todo, consentir en transacciones que han de falsearle y no dejarle producir sus naturales resultados?
El comunismo, lo confiesan los que le defienden, es insostenible sin ese amor de todos para cada uno, y de cada uno para todos, que hace sacrificar el interés personal al colectivo. Estudie cada lector en sí la indole y el desarrollo de este sentimiento, y verá si es o no incompatible con aquel sistema la familia.
No bien empezamos a sentirnos hombres, cuando buscamos con ansiedad el mundo fuera del estrecho recinto del hogar doméstico. Todo nos convida a querer; la naturaleza misma es para nosotros objeto de cariño. Rebosan de nuestra alma los más generosos pensamientos; responde nuestro corazón como un eco al. ay! que arranca a los demás la desventura. Nunca, en ninguna otra época, tienen para nosotros más encantos las palabras Humanidad, Patria.
Se nos atraviesa de repente una mujer en el camino