A puntes 73 Pedro Felipe le contará un cuento al abuelo, pero ya es otro cuento. Es el automóvil que hizo cincuenta leguas en la hora, el negro Chocolate que mató de un puñetazo a su rival en el match de boxeo, la niña que se fugó con el chofer.
El abuelo se siente incómodo y para callar esa boca infantil, la llena de besos y de dulces. Por sobre el cuadro eterno el calendario se desnuda de hojas, y de pronto, como en una extravagante pesadilla, han corrido los años.
Pedro Felipe sale de cacería, Pedro Felipe se marcha al club, Pedro Felipe tiene una novia, Pedro Felipe se va a casar, Pedro Felipe se casó.
Pasarán diez meses. En la sala de redacción, envejecida por las patas del tiempo, un cronista empezará a escribir: Guillremo Valencia, bisabuelo.
San José, 25 de mayo de 1931.
Sr. don Hernán Peralta, Presente.
Sr. don Hernán Peralta, Tengo el gusto de responder a las preguntas de su amable carta de de mayo en curso.
Nací en San José de Costa el de abril de 1869. Un año después de haber terminado los estudios de segunda enseñanza, se me confirió, con las formalidades del caso, el título de Bachiller en Filosofía de la Universidad de