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68 Apuntes una nueva filosofía social y económica al comparecer ante el tribunal de la universal opinión, tiene que renunciar a aquel principio fundamental de su sistema. En tanto el movimiento comunista vaya acompañado por la violencia como característica indispensable de su propaganda, así también será tratado, por medio de la violencia, por los amantes de la ley y del orden, sin estimación de su origen o de sus simpatías comunísticas. Si el comunismo como una nueva forma de filosofía social quiere encontrar una audiencia de buena fe ante el tribunal de la opinión pública, debe cesar en su campaña de agitación internacional por medio de la violencia. Si no puede o no quiere renunciar a la violencia, su progreso se halla predestinado a la ruina.
El liberalismo tiende a crear una igual oportunidad para todos los hombres, vigilando el control y guiando las fuerzas económicas y sociales que hacen de esa igualdad de oportunidad una realidad y oponiéndose a que pueda convertirse en una mera fórmula. El Comunismo acepta como punto de partida, un sistema económico que controla la vida social con violencia excepcional, manejándolo como sistema fundamental y permanente y aceptándolo como básico para erección de una clase gobernante que a la vez se confunde con el Estado.
No será nunca bastante, sin embargo, que el Liberalismo descanse sobre sus laureles, señalando lo que ha realizado al través de los años y siglos transcurridos.
Debe hallarse preparado para defenderse de las acusaciones que el Comunismo atribuye al orden social existente bajo él, sirviéndose de la experiencia pasada, modificando su política y sumándose una razonable proporción del criticismo comunista, a fin de mantener las