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LIBERACIÓN LIBERACIÓN 10 11 canBarrios enteros destruídos. Edificios en ruinas. Familias disgregadas. los hospitales de sangre. los depósitos de cadáveres! las escenas conmovedoras cuando padres y madres identifican a sus pequeños muertos, que jugaban despreocupados y alegres en la cercana plaza cuando pasaron los aviones.
Siento en lo más profundo de mi espíritu el dolor de los hombres y la desesperación sollozante de las mujeres. Hombres y mujeres que van a las clínicas; que se asoman a las salas de cirugía donde está sangrando el hijo; y que reciben su cuerpo inanimado envuelto piadosamente en una sábana!
Por trances como esos he pasado. Dentro del alma llevo la imagen de mi más pequeña hija, por segunda vez tendida sobre una mesa de operaciones. Nerviosa, pålida, mirando con terror a médicos y enfermeras, apretábase contra mí poco antes de recibir con engaños la anestesia. Cómo resuena en mi cerebro y en mi corazón el golpeteo escalofriante del cincel y del martillo abriéndole el mastoides. Ah. pero la ciencia, la ciencia que no es barbarie le salvó la vida. estos pobres niños, en cambio, la ciencia, la otra ciencia, los ha despedazado!
Yo también, como estos padres españoles, perdí a un hijo de diez años en quien había concentrado toda mi ternura. Noventa horas, que blanquearon mi cabeza, estuvo agonizando! Hasta que una mañana mi mujer y yo le cerramos los ojos, sus grandes ojos negros nublados para siempre. en un ataúd blanco lo llevé por la tarde al cementerio ¡Cuántos ataúdes blancos en los panteones de España. Cómo traen a mi memoria la visión del hijo muerto. cómo me hacen recordar el dolor inenarrable que sentí cuando los sepultureros lo bajaron a su nuevo lecho de tierra, cubierto con ladrillos. Ah. pero queda el consuelo de que la ciencia hizo cuanto pudo por quitárselo a la muerte. Qué sentirán estos padres y estas madres al ver que la ciencia, la otra ciencia, les mató a sus hijos. La barbarie cientifica. La barbarie científica. ni de riñas callejeras, ni de heridos o de muertos en restoranes o tinas.
Cuatrocientos obreros y cincuenta metalúrgicos desalojaron seis mil millones de pesetas del Banco de España. Ni un grano de oro se quedó entre las manos de estos socialistas o de estos comunistas, quienes velaron mosquetón al hombro por las riquezas de España, por las reservas económicas de todos los españoles y no ya solamente de las castas privilegiadas.
Las empresas de transporte, las instituciones bancarias, las compañías de seguros, los teatros, los principales comercios e industrias siguen funcionando con rigurosa normalidad, intervenidos por sindicatos de obreros y empleados. No hay sueldos de lujo. Pero tampoco los salarios de hambre que beneficiaban a los accionistas. Todos viven mejor. la plusvalía se aprovecha para ganar la guerra!
Puede afirmarse que la Caja de Reparaciones es la columna vertebral de la formidable revolución económica que se está operando. Valores, piedras preciosas, tesoros que significan trabajo acumulado de muchos años, la codicia hecha materia de los detentadores y de los parásitos de varios siglos, está hoy bajo la dirección y la custodia de funcionarios intachables. Lo que ganan apenas les alcanza para sostenerse decorosamente. Ni un alfiler de corbata, ni una perla, ni un brillante que podría ocultarse en cualquier sitio se ha extraviado. Incontrolables? Los ha habido, no cabe duda, sobre todo en las primeras semanas, por el desconcierto que produjo la traición de los militares. Abusos, violencias, sacrificios inútiles? También. Pero la Revolución es un crisol que lo limpia todo de impurezas. ningún otro país hubiera podido transformarse como lo hace España, tan profunda, tan definitivamente, y con tan generosa humanidad al mismo tiempo.
Después de cada bombardeo se pone en práctica la consigna de Berlin y de Roma: Intensificar la campaña de difamación. para disculpar sus crímenes ante el mundo, aceleran los fascistas el movimiento de la gran máquina de propaganda que tienen a su servicio. El radio, el cable, las agencias de publicidad repiten las mismas frases. Marxistas desenfrenados. El peligro ruso. Hordas rojas. Bolchevización de España. Pues esos rojos salvaron las obras más valiosas del Museo del Prado, en constante peligro de incendiarse por el bombardeo de los aviones fascistas. Rescataron, entre llamas y escombros, lo que aún quedaba del Palacio de Liria, sobre el cual lanzaron los Junkers y los Capronis toneladas de materias inflamables. protegieron a los sabios y a los intelectuales que representan la cultura superior de España, hasta dejarlos instalados en Valencia con sus laboratorios y con sus instrumentos de trabajo.
En las actividades guerreras llaman la atención los regimientos de la hoz y el martillo, por su disciplina, por su valor sereno, por la abnegación con que van los comunistas a la muerte en defensa de la República democrática.
Miles de hombres armados hay en las grandes ciudades: oficiales y milicianos en continuo movimiento. Pero no se sabe de soldados ebrios, Más fuerza que las difusoras Telefunken» y que los corresponsales anónimos tienen estos hechos. si a los escritores y artistas españoles se les creyese parciales iparciales en favor del pueblo! 6igase la voz de Tagore, Einslein, Wells, Rolland, Malraux, Cassou; la de los universitarios y los delegados internacionales que han venido a estudiar la situación de España; la de los más altos e insospechables exponentes de la cultura mundial.
Ellos saben la verdad y la proclaman: El trabajo tiene derechos; la libertad tiene derechos; el hombre tiene derechos. Por esos derechos, derechos humanos, lucha el pueblo español. lo hace con valor y disciplina, transformando a su patria en una España nueva: sin gazpacho como único alimento; sin esclavitud; sin trabajadores desnutridos; sin chozas, cuevas ni pocilgas como habitación de los menesterosos. Con escuelas, con hogares, con un alto sentido de la justicia y de la dignidad humana!
Dignidad humana, democracia integral, que no acepta el despotismo cuartelario de los espadones. Ni el Volkstum permanente y eterno de los alemanes. Ni el Estado Totalitario de Mussolini. Ni el funcionamiento ignominioso de Ovras, ni de Gestapos. Ni doctrina alguna de panteismo estatal, enemigo rabioso de los derechos del hombre. Españoles de América! Hispanoamericanos! El resplandor de Espana ilumina a nuestro continente. los cinco continentes. como triunfo de España es nuestro triunfo, el triunfo de la justicia social, el triunfo de la democracia, la derrota de la barbarie y del fascismo, con España estamos y con España venceremos los que siempre hemos luchado por la libertad de América.
Valencia, Barcelona, Madrid, marzo de 1937.
el Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.