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86 LIBERACION LIBERACION 87 El Liberal, Ahora, Mundo Obrero, Estampa, Informaciones, todos los diarios y semanarios de Madrid, en suma, vibran de optimismo y de fe con la seguridad de que ya no es posible retroceder porque la historia no se detiene. conforme avanzan los días y aumenta el derramamiento de sangre, se hace más profunda la división entre las castas que gozaban de todos los privilegios y entre los explotados que se debalían en la miseria. La reacción y la transformación social frente a frente! La vieja y la nueva sociedad empeñadas en un combate que será decisivo. Mitras y galones contra la decisión libertaria de las masas. El pasado y el porvenir en el campo de batalla, porque quiso lo pretérito adueñarse del presente!
Consagración de la utilidad Ha escrito un sagaz observador ruso que los casinos de Madrid le hacian el efecto de escaparates con las vitrinas abiertas. En lugar de jamones y de maniquíes, gruesos señores arrellanados en cómodas butacas a la vista del público. Pero sin duda que eso se acaba, porque no están los ánimos para que sigan allí exhibiéndose los aristócratas desocupados, que confunden a la patria con sus títulos y con sus bienes.
Hay en el ambiente que hoy se respira en España un pensamiento colectivo: consagración de la utilidad. Ese pensamiento lo define El Liberal en las siguientes frases. Todo lo que no sea útiles puniblemente superfluo.
El casino, además, es una insolencia histórica. Al mismo tiempo que aumentan los ateneos, parece justo que terminen los clubs de señoritos. Bibliotecas, salones de conferencias, casas del pueblo, hospitales, sanatorios, confederaciones, sindicatos, locales de unificación democrática; para todo eso han de ser utilizados los casinos y los palacios. El casino y el palacio pudieron ser, en otros tiempos, símbolo de fastuosidad cortesana. Mas la corte es pueblo a estas horas, y la fastuosidad del pueblo está en la grandeza del esfuerzo colectivo. Ese sentimiento unánime, esa transformación psicológica del explotado español, pondrá sin duda en zozobra a los defensores de la «cultura occidental. Pero es explicable la reacción de un pueblo que derrama su sangre para aplastar la rebelión militarfascista. se justifican, por lo mismo, las incautaciones de propiedades que no eran útiles sino superfluas desde el punto de vista social.
Los más lujosos casinos de Madrid se han convertido en hospitales de sangre: médicos y enfermeras, inyecciones y aparatos quirúrgicos, en lugar de copas de coñac y de pavos trufados.
El palacio que ocupaba la difunta Isabel de Borbón está sirviendo de guardería infantil, en donde se atiende maternalmente a un grupo de madrileñitos cuyos padres luchan en el frente.
En diez conventos se alojan tres mil quinientos niños huérfanos, al cuidado de cuatrocientos maestros y maestras, quienes los educan y distraen.
El suntuosísimo teatro del Marqués de Fontalba, y otros grandes salones de espectáculos, han sido transformados en teatros populares.
El palacio de la Marquesa de Adanero es actualmente la casa de los campesinos, en el propio corazón de Madrid.
La residencia de don Martin González del Valle, Marqués de la Vega de Anzo, aloja a la Federación Universitaria Hispanoamericana. Cultura Popular se ha instalado en una de las fincas de la Condesa de Revillagigedo.
En donde vivió y daba sus fiestas la Duquesa de San Carlos, celebra sus reuniones la Unión Federal de Estudiantes.
En un cómodo castillo de la calle del Marqués de Duero, entre cuadros que sus dueños no apreciaban y entre libros que no leſan, tienen lugar las asambleas de la Alianza de Intelectuales para Defensa de la Cultura. así las empresas periodísticas, al servicio del pueblo, ya no podrán seguir defendiendo a los detentadores. así grandes edificios abandonados, cuyos dueños vivían de sus rentas en el exterior.
y así los automóviles que, sin excepción, se emplean para la guerra. así los restoranes de los plutócratas, en donde se da preferencia a los humildes trabajadores que pelean por la libertad y por la democracia. así «La Gran Peña, el palacio de los duques de Medinacelli, el del Duque de Fernán Núñez, el Círculo de la Unión Mercantil, la residencia de Lerroux, el Colegio de Abogados y el Colegio Oficial de Médicos, en donde prevalecía el elemento reaccionario. así, en resumen, muchos otros palacios que no prestaban servicio social alguno: el de Bailén, el de la Marquesa de Viana, el de Juan March, el del Conde de Revilla, el de Bellas Artes, el del Duque de Alba. aquel ilustre prócer que ignoraba quién era don Ramón María del Valle Inclán. No hemos salido a la calle para cosas pequeñas. comenta un escritor, y agrega. De siglos viene siendo España la nación en que todo se hace a medias, pero en esta contienda cada trabajador español es un forjador de grandezas. Se acabaron prejuicios, tópicos de mentalidad añeja, lugares comunes, poquiterismos y pobretería. Nos han salido alas para volar muy alto. Los más grandes intelectuales de España apoyan al pueblo contra los mandobles ¡Claro! Con estas cosas se han de llevar las manos a la cabeza los defensores de la cultura, adornada con botas militares y con charreteras.
Sobre todo, acá en Hispano América, los intelectuales puros que por defender altos postulados de «civilización» han ido del brazo de los luan Vicente Gómez, los Machado, los Victoriano Huerta, los Sánchez Cerro y demás occidentalistas de machete.
En España, por el contrario, no se han asustado de lo que ocurre espíritus fan selectos como don Alvaro de Albornoz, don Fernando de los Rios. don Antonio Zozaya, don Angel Ossorio y Gallardo, Diez Canedo, Jiménez de Asúa, catedráticos, abogados, médicos ilustres, hombres que por lo menos son tan cultos como los que en estos países tienen el monopolio del pensamiento y del arte.
Mas como podría decirse que algunos de los valores citados se apasionan por el partido a que pertenecen, parece oportuno reproducir declaracicnes y firmas, publicadas el 31 de julio de 1936, en todos los periódicos de Madrid y de Barcelona. Es de advertir que estos señores no pertenecen al Frente Popular. Aquí están sus palabras. Los firmantes declaramos que ante la contienda que se está ventilando en España, estamos al lado del Gobierno, de la República y del pueblo que, con heroísmo ejemplar, lucha por sus libertades. Firman: Ramón Menéndez Pidal, Antonio Machado, Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, Teófilo Hernando, Juan Ramón Jiménez, Gustavo Pittaluga, Juan de la Encina, Ramón Pérez de Ayala, Gonzalo Lafora, Pío del Río Hortega y Antonio Marichalar. El mismo día aparece un manifiesto suscrito por los escritores más prestigiados de la nueva generación española, tales como José Bergamin, Ramón Sender, María Zambrano, Angel Ferrán, Xavier Abril, Ramón Gómez de la Serna, Concha Albornoz, Pedro Garfias, José Fernández Montesinos y muchos más de la talla de Margarita Nelken, Pedro de Répide, Lagunilla Iñárritu, María Teresa León. Rafael Alberti.
Los intelectuales se ponen, pues, al lado del pueblo, ya que es contra el pueblo que está empeñada la acción del pretorianismo. No importa que en el extranjero calumnien a España, diciendo que los militares luchan contra las ideas comunistas. Contra el comunismo. pregunta don Marcelino Domingo contesta. No. El co. nunismo no está en el poder; no está, tampoco, pidiendo el poder en la calle. El poder lo integran instituciones liberales y democráticas constituídas dentro de la ley, en república. Cuando contra ese poder legal se Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.