Civil WarSpanish Civil War

78 79 LIBERACION LIBERACION pa, concediendo grandes prerrogativas a la población musulmana y judia; Alfonso el sabio, autor de las «Cantigas y protector de artistas y hombres de ciencia; el César Carlos V, rodeado de cortesanos; todas las figuras centrales de España, en fin, hasta 1560, en que Felipe Il trasladó a Madrid la capital del reino.
No es posible ver el tesoro de la Catedral miento militar? Seguramente porque temían perder parte de sus inconcebibles privilegios. No querían desprenderse de nada. Ni de una mínima parte de los enormes latifundios de Extremadura y Andalucía. por cerrilismo, por codicia, por defender lo menos, preparaban el movimiento que con el auxilio de los moros y de la legión extranjera llenaria a España de dolor y de sangre.
La emoción de Toledo Toledo, 18 de julio de 1936. Estoy en la ciudad imperial con los profesores Laudelino Moreno y Geronimo Luengo. En esta ciudad que ofrecerá dentro de pocas horas, sin que al visitar sus monumentos pudiera sospecharlo, uno de los aspectos más trágicos de la actual guerra civil española.
Dentro de sus muros se conservan riquezas y joyas artísticas de diversas épocas y civilizaciones. Arquitectura de casi todas las edades. Hebreos, árabes y cristianos confundidos a través de historia. sombras también, reflejadas en el Tajo, de los remotos y desconocidos fundadores que vinieron de Grecia, o que fueron enviados a esta Iberia indomable por Nabucodonosor.
La Catedral. Inmensa mole de piedra y de granito. Contemplando sus forres gigantescas, de pie bajo las fundidas toneladas de bronce de su «Campana Gorda. darme de la conquista y de la colonización de América. Hombres capaces de levantar semejantes construcciones, bien podian atravesar el océano y dominar un nuevo mundo!
Es esa catedral vive uno en plena edad media, y va entrando en el Renacimiento conforme atraviesa naves y capillas de variada arquitectura. Las puertas, la orfebrería, el retablo del altar mayor, los artesonados de estilo mudéjar, las pinturas murales, el sepulcro de doña Juana Pimentel y del Condestable don Alvaro de Luna, los trabajos de hierro, las tallas en maderas preciosas, los altos y bajos relieves, el cuerpo en mármol del Cardenal Mendoza cubriendo sus cenizas, la voz de los canónigos en el coro majestuoso, todo allí es emoción y es grandeza.
Emoción y grandeza son también el Castillo de San Servando, el Arco de la Sangre, la Mezquita del Cristo de la Luz, Santa María la Blanca, el Cristo de la Vega y la Iglesia de Santo Tomé con «El Entierro del Conde de Orgaz. cuadro famosísimo del Greco.
Por las callejuelas estrechas de Toledo seguía con mis amigos visitando monumentos: la Sinagoga del Tránsito, hecha por Samuel Leví en el siglo XIV para uso de la aristocracia, como era para el pueblo la de Santa Maria la Blanca. Las puertas de la ciudad: la de Bisagra, la de Alfonso VI y la del Cambrón. El Zocodover, plaza principal de la metrópoli, antigua de varios siglos. el Alcázar, el grandioso Alcázar, con sus patios, con sus profundos sótanos, con sus torres gallardas del siglo XIII.
Hemos subido, hemos bajado, hemos ido de derecha a izquierda. Estamos por fin en una casa que a todos nos llena de recogimiento. Data del siglo XIV. Vivió en ella Dominico Theotocópuli, el inmenso pintor llamado El Greco. Su dormitorio. Su pequeña sala de estudio. y en lo alto el salón blanco de luz en que pintaba.
En otro sitio de la ciudad el Mesón del Sevillano, con su color y sabor de los siglos XVI y XVII. Entro en el patio con reverencia. Esta es la famosa posada que inmortalizó Cervantes en su novela ejemplar. La ilustre fregona. esta noche no vayas a posar donde sueles, sino en la Posada del Sevillano, porque verás en ella la más hermosa fregona que se sabe. Vamos caminando de nuevo hacia la Catedral. Queremos admirar el tesoro que no nos fue posible ver al mediodía. En el trayecto el profesor Moreno habla de historia. Pasan por Toledo las figuras de los conquistadores romanos; el primer prelado católico, San Eugenio; los reyes visigodos; los obispos que asistieron en el año 400 al primer Concilio toledano; el último monarca godo don Rodrigo; el Cid Campeador con su barba y armaduras; los árabes que se apoderaron de la ciudad en 711; don Alfonso VI que pudo conquistarla en 1085, y que «adentróse en la plaza con mucha pomYa estamos al pie de la iglesia, frente al palacio del Cardenal Primado de España. Desde la calle admiramos una vez más las altas torres. Alla, a muchos metros de altura sobre el nivel de la tierra, duerme la campana que horas antes habíamos visto de cerca. La Campana Gorda» repite el profesor Moreno. La mandó a fundir el Arzobispo don Luis de Borbón en 1753, siendo bautizada con el nombre de San Eugenio. Pesa 1543 arrobas.
Tiene 35 pies de circunferencia y 12 de elevación.
Ya en el interior del templo insistimos en nuestro deseo de contemplar el famoso tesoro de la vieja catedral, cuyo valor se calcula en varios millones de pesetas. Lino de los señores canónigos nos indica que no es posible verlo, no obstante que nos encontramos precisamente en la hora de visita. Hay algo misterioso en todo esto. Se nota sobresalto entre varios clérigos que cruzan las naves rápidamente, mirando con desconfianza a todos lados. El profesor Moreno discute, presenta sus credenciales y advierte al canónigo que hablará inmediatamente con el Gobernador Civil.
El Gobernador Civil está también inquieto. Se pasea a largos pasos por su amplia oficina. Nos explica las razones que tiene para creer que el levantamianto será cuestión de pocas horas. Dice que los cadetes y casi todos los miembros de la Guardia Civil están reunidos en el Alcázar. Pero no se atreve a proceder contra ellos, ni a evitar que lleven víveres y armas, porque no ha podido comunicarse telefónicamente con el Ministerio de la Gobernación Todo aquello me parecía sorprendente, extraordinario. Mas a los pocos días, ya estallado el conflicto, los periódicos publicaron la noticia de que este Gobernador Civil de Toledo estaba en inteligencia con los facciosos, y que con ellos y con su familia se había trasladado al Alcázar. No vimos el tesoro, desde luego, sino que a las seis de la tarde, en plena efervescencia, tomamos el tren de regreso a Madrid.
Al llegar a la capital nos enteramos de que lo mismo que en el Alcázar de Toledo estaba sucediendo en las guarniciones de Madrid, en el Cuartel de la Montaña, en el Maria Cristina, en el Pardo, Getafe, Vicálvaro y los campamentos de Carabanchel. Militares y falangistas entraban en ellos libremente. Ya los galones tenían encendido el fuego de la rebelión.
Pensé y pregunté de nuevo a compañeros y amigos cuáles eran las razones del golpe de Estado; qué ideología trataban de defender aquellos hombres de charreteras; en qué forma los hostilizaba la República. La conTestación siempre era la misma: ha sido demasiado benévola con ellos. Poco después pude confirmar la veracidad de esa respuesta con los números del presupuesto fiscal ante mis ojos.
Ministerio de la Guerra. Primer semestre de 1936 Pesetas 88. 455. 055. 00 Sueldos. Personal de las distintas armas y cuerpos Gratificaciones de mando, cruces pensionadas, medallas de sufrimiento, uniformes, vestuario, locomoción, cria caballar y demás gastos de guerra.
Marina de Guerra en el mismo semestre Total Guerra y Marina, clases activas 452 545. 244. 00 117. 182. 293. 90 658. 182. 592. 90 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.