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30 LIBERACION LIBERACION 31 las organizaciones sindicales y de los partidos populares. las doce del día los insurrectos habían perdido las posiciones de la plaza de Estpaña y de la plaza de la Universidad. Iban llegando a la Comisaría de Orden Público los primeros grupos de jefes, oficiales y soldados prisicneros. con los prisioneros llegaban también los primeros cañones tomados al enemigo. Cañones que, al caer la tarde, empujados por el pueblo, descendían por la Vía Layetana para ir al asalto de la Capitanía General, en donde se hallaba recluído el Estado Mayor del general Goded.
Rendición de la Capitanía General Serían las once de la mañana cuando la Guardia civil, al mando del coronel Escobar, se dirigió a la plaza de Cataluña para batir a los rebeldes que aún quedaban, más que parapetados, prisioneros, en el Hotel Colón y en la Telefónica; es decir, en sus mismas posiciones. mientras la Guardia civil, los guardias de Asalto y el pueblo heroico dominaban a los fascistas en la plaza de Cataluña y entraban en el Ho tel Colón, llegando la lucha cuerpo a cuerpo hasta hacerse dueños de ios últimos reductos, otros grupos de ciudadanos iniciaban el bombardeo de la Capitanía General.
El bombardeo impresionó de tal manera a los jefes que estaban en el edificio a las órdenes del general Goded, que éste rindióse a los cuarenta y cinco minutos de asedio. La bandera blanca que apareció en el balcón de la Capitanía, y que señalaba la rendición del cabecilla Goded, era, definitivamente, la derrota del movimiento. Esto ocurría a las seis de la tarde.
Los centenares de muertos extendidos por las calles de Barcelona, los miles de heridos que aún en el suelo alzaban el puño cerrado en lugar de reclamar auxilio, excitaban a los combatientes en pie a que continuasen la lucha. No habían caído en vano en su combate contra los partidarios de la tiranía. Su sacrificio no había sido estéril, ni lo será para el porvenir. las siete de la tarde, el general Goded fué conducido prisionero al Palacio de la Generalidad, a donde ordenó el señor Companys que fuese conducido. El presidente estaba ya allí, y al recibirle mantuvo con él un diálogo para convencerle de que debía anunciar al país, por medio de la radio, la derrota que había sufrido. Resistióse el jefe rebelde y reiteró su indicación el señor Companys, pues el no hacerlo podría representar un mayor número de víctimas.
Goded proclama su derrota Ante esto el general Goded anunció personalmente su derrota y relevó a todos de los compromisos que hubiesen contraído con él. Las palabras del general Goded, al ser oídas en toda España, produjeron una enorme impresión. Desde Madrid fueron radiadas docenas de veces a toda la nación. Barcelona no había sido vencida por los militaristas; Cataluña se mantenía fie) a la Repúbilca. Se contuvieron en el resto del país las guarniciones que aún pensaban sublevarse, aumentó se el ánimo combativo de las fuerzas leales y se recobró el impulso necesario para la victoria final. las pocas horas no sólo Cataluña estaba limpia de enemigos de la libertad, sino que de Cataluña partian Hacia tierras de Aragón y después a Mallorca legiones de bravos que iban a luchar por la libertad, salvando a los pueblos del poder fac cioso.
Esta fué la gran lección escrita por Cataluña el día 19 de julio.
Una lección histórica en la que el pueblo hizo acto de presencia y dió zu sangre generosa que, repetimos, no se habrá vertido en vano.
Los muertos y los heridos caídos fueron piadosamente recogidos por los que sobrevivieron en la pelea. Al mismo tiempo Cataluña empezaba a tejer con el mismo ritmo de la guerra una nueva conciencia so cial. El presidente Companys había dicho. En la punta de sus bayonetas los ejércitos de Napoleón llevaban prendida la declaración de los derechos del hombre. En los cañones de los fusiles del pueblo van ahora prendidos los postulados de la nueva y auténtica República de trabajadores.
Caerán los fantasmas de un ayer nefasto y los tópicos patrioteros que cubrían afanes de dominación y privilegios de casta para dar na cimiento, con audacia creadora y aptitud responsable, a un nuevo estado federal, traducción de la realidad ibérica, unido por el derecho y por el amor, con la alta ambición soñadora del más noble patriotismo.
Estos generales insurrectos son los representantes de un militarismo ensoberbecido, que sólo sabía ganar batallas en el propio pais indefenso y que mantenía siempre la coacción sobre el poder civil. Con esa conciencia no es extraño que se hayan sublevado en nuestro Protectorado de Africa, cubriéndonos de sonrojo y trayendo moros a España, para tiranizar al pueblo español.
El hecho de haber vencido la insurrección se debe a que la indignación popular había ido alimentándose después de años y años de hu millaciones y desastres. Esas gentes y quienes les sostienen representan la reacción más cruel y siniestra que nos avergonzaba ante el mundo. Todo esto será aniquilado, y bajo el signo de la vida y del progreso iremos hacia una democracia creadora.
La rebelión está vencida. Nadie podrá contener el impulso victorioso de la moral popular que se lanza al combate con el heroísmo de los más puros ideales.
Alcance internacional de la lucha La lucha que se sostiene en Cataluña y en toda España tiene un alcance internacional. Quien no lo vea y no lo comprenda en toda su realidad y extensión está ciego. El porvenir lo demostrará. Estamos luchando contra la reacción más bárbara del mundo, porque en otros países el fascismo tiñe sus intenciones con ciertas reformas de carácter social y político, mientras que en España el único programa de la reacción no es más que el mantenimiento de los repugnantes privile gios de la casta militar, clerical y aristocrática. No luchan siquiera por la grandeza de un nacionalismo imperialista, sino por el sostén de una casta privilegiada sobre todo lo digno del país.
Desde el micrófono de la Generalidad de Cataluña saludamos a los heroicos milicianos de toda España, a los hermanos de toda la Península y a la opinión mundial, que aprecia nuestro esfuerzo y nos es timula con el concurso de su simpatía. al afirmar nuestra decisión Ge vencer, ya casi alcanzada, hacemos votos para que impere en todo el mundo la paz bajo el signo de la justicia, del Derecho y de la dig nidad humana.
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