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LIBERACION LIBERACION Primero. Establecer un gobierno militar por tiempo indefinido Segundo. Celebrar un plebiscito para que el pueblo diga si quiere el restablecimiento de la monarquía.
Tercero. Desaparición de Guipúzcoa para reintegrarla a Navarra; de Cataluña para unirla a Aragón; y de Asturias para fraccionarla en varios centros administrativos.
Cuarto. Supresión del derecho de huelga.
Quinto. Supresión de la reforma agraria.
Sexto. Restitución de las propiedades confiscadas a la Iglesia y a los capitalistas.
Séptimo. Substitución de los sindicatos socialistas por sindicatos fascistas.
Don Angel Ossorio y Gallardo, monárquico, católico, ex ministro, una de las más altas y respetadas figuras intelectuales de España, se dirige por radio a los pueblos hispanoamericanos (Copia para LIBERACION)
Hermanos de América: Seguramente habrán llegado a vosotros noticias tendenciosas diciéndoos que la sublevación militar está justiBcada porque España padecía un Gobierno comunista, destructor de todo nuestro patrimonio material y espiritual, y que todos los españoles gemíamos bajo el yugo impuesto no ya por partidos, sino por hordas de obreros frente a las cuales es legítimo y salvador el pronunciamiento militar.
Eso es una infame patraña. Lo que sucede hoy en España es, sencillamente, una consecuencia lógica de un trámite histórico. Pertidme que os lo explique en rápida síntesis. Invoco ante vosotros, para ser creído, mi historia y mi actual situación. Ajeno a las luchas, separado de los partidos, guiado por una larga experiencia, me encuentro en condiciones de serenidad y de imparcialidad. Ese es el título que alego para hablaros.
Antecedente histórico Lo que dice un corresponsal de la United Press Reynolds Packard, corresponsal de la United Press que acompaña al ejército nacionalista. ha hecho ver en sus cablegramas que después de casi cuatro meses de ruda campaña no han podido los rebeldes tomar Madrid. Asegura que es extraordinaria la resistencia de tropas milicianas sin entrenamiento contra ejércitos disciplinados de militares, de moros, de legionarios extranjeros, con tanques, carros blindados, trimotores de bombardeo, aviones de caza, todos construídos en el exterior y piloteados por alemanes e italianos que usan rifles, morteros y ametralladoras alemanas.
Informa que el fuego de los gobiernistas no ha podido hacer gran efecto porque los aeroplanos Junkers están protegidos por corazas de acero. Pero que en cambio sí ha resultado eficaz el valor de los leales frente a los ataques de pueblos y de ciudades por marroquíes, tercios de la legión extranjera y por la temible caballería musulmana. El señor Packard, no obstante estar al servicio de una agencia de publicidad imperialista, se ha referido también, con fecha 12 de noviembre, a los bombardeos del populoso barrio obrero de Lavapiés en Madrid, en donde ha habido centenares de víctimas inocentes, mujeres y niños en su mayoría.
Otros corresponsales, a su vez, han escrito que la toma de la capital no significaría el fin de la contienda, porque un pueblo que ha podido tomar los cuarteles de Barcelona y de Madrid, prácticamente sin armas, no es fácil de subyugar. el día 14 han trasmitido la información sensacional de que en las calles de Madrid en la glorieta de Atocha, innecesariamente bombardeada por los aviones fascistas, quedaron cerca de trescientos muertos y heridos, casi todos ciudadanos pacíficos, vendedores de frutas y de legumbres, pobres mujeres que se ganan la vida ofreciendo loteria, dulces y cigarrillos a los tran seuntes.
El cablegrama anterior ha llegado al mismo tiempo que uno de Londres, en el que los concesionarios del mineral de Rio Tinto avisan al Gobierno Británico que los rebeldes fusilaron a quinientos obreros de dicha empresa, entre los cuales había cien mujeres. Afirman los empresarios ingleses de Río Tinto que a los ejecutados se les acusaba de comunistas, cuando en realidad eran cumplidos trabajadores, afiliados pacíficamente a la del Socialismo español. Así defienden los reaccionarios, los idealistas, los enemigos de la violencia, los que pelean con sarracenos y con carne de presidio, una cultura a la que le han puesto el mote de civilización occidental!
Fatigada España por tres cuartos de siglo de guerras civiles e internacionales, acogió la restauración de la monarquía de Alfonso XII, en 1876, como un sedante. Sólo quería paz y quietud. Aprovechándose de tal estado de ánimo, los gobernantes de entonces, Cánovas y Sagasta, administraron al pueblo un narcótico. España tenía todo lo que los países más adelantados. Teníamos sufragio universal; pero a condición de que las votaciones fueran falsas. Teníamos Parlamento; pero a condición de que no legislase. Teníamos Magistratura. pero a condición de que estuviese supeditada a los políticos. Teníamos enseñanza; pero a condición de que fuese poca, rutinaria y mal pagada. Teníamos Iglesia; pero a condición de que los obispos no se acercasen nunca al pueblo y vivieran encerrados en el coto de la aristocracia. Teníamos Ejército; pero un Ejército de casta señoritil, contra el cual no era permitida ni la más leve crítica sin riesgo de ir a la cárcel. Para qué seguir? Todo el mundo recuerda que a fines del siglo pasado el Ateneo de Madrid publicó una información en la que trabajaron los mejores cerebros nacionales, y que llevó el título de Oligarquía y caciquismo como el régimen actual del Gobierno de España.
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