38 LIBERACION LIBERACION 39 jos de negarles el derecho de propiedad. Pero considera, realistamente, que esa propiedad también da derechos al Estado paraguayo por tratarse de riquezas naturales. en este sentido iniciará una obra de rescate gradual.
Mi impresión personal es que los yerbales, donde todo el trabajo consiste en recoger la sabrosa y apreciada yerba mate, volverán al dominio del Estado.
Sólo en esa forma podrá el Estado paraguayo disponer de recursos para realizar sus planes.
Pacheco Por MARIO FERNANDEZ CALLEJAS Es ridículo predecir el porvenir. Toda suerte de factores puede desviar el (De su libro Lapislazuli. Capitulo del joven curso de una revolución. Pero es evidente que la sinceridad de los revolucionarios, escritor costarricense que vale la pena reproducir. del coronel Franco o de Anselmo Jover Peralta por ejemplo, y las propias necesidades económicas del Estado, son garantia de que la revolución seguirá su camino Hay en ciertas obras literarias tipos transcritos de la realidad, a los cuales nacionalista con paso prudente y seguro. estas garantías se agregará la consvemos constantemente por esas calles de Dios; y solemos a veces, cosa triste. darnos de manos a boca con ellos.
titución de un Partido que aportará fuerzas sociales nítidas como son campesinos, Desde luego, para reconocerse en el tinglado de Lesage, en esa gran obra obreros, estudiantes, clases medias. la elaboración de una doctrina que interprefrancesa hurtada a la Literatura Castellana, el Gil Blas; o mirar con cariño el te estas necesidades y su táctica pertinente.
abdomen de Sancho como el nuestro, se necesita ser el más sincero discipulo de Paraguay, asolado por la guerra, con su enorme peso de victorioso, empoSócrates. El calvo de Atenas resumía su filosofía en una fórmula casi imposible: brecido y exhausto, no podría vivir si no rescata sus fuentes de riqueza. He ahí el ¡Conócete a ti mismo! Se requiere, pues, conocerse para descubrirse en esos liimperativo realista. Todas las demás interpretaciones son filfa libresca. Por eso bros espejos; y. quién se conoce? Yo, al menos, no conozco a nadie que se conozca.
también por el realismo la doctrina aprista ha sido tan bien recibida en Paraguay.
Muchos son los robos de tipos, hechos a la vida, por el escritor, para trasladarlos al papel; pero ninguno es tan real, humano y fácil de encontrar en la faBuenos Aires, abril de 1936.
milia, la calle, el café, en los altos puestos, sobre todo, como el bueno y genial don José Alves Pacheco, creado con la sonrisa en los labios y la pluma mojada en hiel por el lusitano que disputa a Figaro, en la península ibérica, el pedestal de máximo ironista del siglo XIX: Eca de Queiroz.
Este personaje, latigazo asestado por Fradique Méndez en pleno rostro a la humanidad, atravesó la vida con planta segura sobre eminencias sociales. nimbada la testa de gloria y en estrecho maridaje con el buen éxito. Jamás solicitó un puesto; los más elevados venían solitos a ofrecérsele. los ocupó todos: desde senador hasta aquellos que necesitan para ser escritos una frase larga, cuajada de mayúsculas. Mientras paseo por la tierra su gruesa figura, vió a sus pies al país contemplándolo con unción religiosa y asombro, al par que a los partidos politicos disputándoselo para contarlo en sus filas. Portugal se llenó de él y él lleno a Portugal; y cuando, al fin, tuvo la mala ocurrencia de morirse, a los periódicos, convertidos en planideras, les faltó tinta para lamentar su muerte; a la gramatica, adjetivos encomiásticos; y, la nación en pleno, convertida en un sollozante ARTICULOS PARA CABALLERO, gemido, mandó a esculpir en su lujoso mausoleo una estatua de Portugal llorando al genio.
ESPECIALIDAD DE Sin género de duda preguntarás, lector amable. qué hizo. qué obras magnas o ideas geniales dejó de herencia a la posteridad ese don José Alves, que tanto ruido metió en la patria del fado y fué brillante planeta alrededor del cual giraron hombres y cosas a manera de satélites?
Acerca tu oido a mi labio, pues necesito decirte un secreto, chisme de Fradique: don José Alves Pacheco, Presidente del Consejo de Ministros, senador, director de bancos, etc. no legó a su país ni una obra, fundación, ni idea, ni hizo Crespo Cia.
nada. fué superior a los demás únicamente porque tenía un inmenso talento. voy a referirte cómo vió la luz este Himalaya cerebral: una mañana igual Avenida Central SAN JOSE, COSTA RICA a otra cualquiera, este sujeto de continente grave, paso mesurado y anteojos relucientes, aseguró en un aula de la Universidad de Coimbra, en tono doctoral, que el siglo XIX era un siglo de progreso y luz. Sus compañeros de: curso, que Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
POPLINES INGLESES PIJAMAS CORBATAS LA GLORIA