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34 LIBERACION LIBERACION 35 y de la salvación en el cielo, contra la moral de esclavos, alza el Socialismo una hoguera, para destruir la cochambre mística y alumbrar generosas afirmaciones.
Es sobre la tierra donde las criaturas que trabajan y sufren han de forjar su felicidad. Es sobre la tierra donde hemos de sembrar y recoger justicia. El Socialismo hace suyas las tres virtudes teologales del cristianismo; pero rechaza las especulaciones con las que la Iglesia aferra implacablemente a los pobres de espíritus temblorosos. Nuestro reino, mujer, el tuyo y el nuestro, si es de este mundo. y hemos de arreglarlo a nuestro modo. Se te dice que con penitencia logra¿Qué pasa en el Paraguay?
rás un asiento en los cielos. Nosotros sólo podemos ofrecerte un puesto en la empresa dignificadora de la sociedad, si estás con los hombres que trabajan y sufren.
Por MANUEL SEOANE Harán imposibles por arrebatarte de nuestro lado, mujer. Si no te enredan en el rezo o en las fantasmagorías del lujo, que sólo es lícito cuando lo adquieEnvio Especial para Liberación ras con tu trabajo, intentarán que te separe de nosotros el temor. Oh los bestiales socialistas! Las celestinas de la reacción aplican diestramente todos los métoAlgunos críticos apresurados diagnostican que la revolución paraguaya tendrá dos del soborno para apartarte de tu conmovedora realidad de explotada.
un desenvolvimiento fascista, porque han sido expulsados los jefes del comunismo Obrera o artesana, mujer del funcionario o del miembro de la llamada clase media, pobre clase del quiero y no puedo, a tus intereses morales y materiaparaguayo y porque se han prohibido, por un año, todas las actividades políticas les sólo les cuadra nuestra dura verdad de socialistas. No podrás vivir gozosa hasexcepto las del partido que sostiene la revolución. Es absurdo cotejar los hechos de ta que no te sientas asociada en plenitud a nuestra obra, que significa rehabiliuna revolución con la letra de manuales democráticos o marxistas para juzgarla.
tar a los productores, a los creadores.
Cada acontecimiento tiene sus propias peculiaridades y para apreciarlo hay que Si a pesar de todo siguieras al patrón, al señorito, al rentista, al párroco conocer de cerca la realidad en que actúa. Por eso viaje al Paraguay.
de tu feligresía, hazte cuenta de que has empeñado lo más incorrupto de tu feminidad: el derecho de regir junto al hombre la comunidad que preside a tu familia y de la que dependen tus hijos.
Me parece un hecho visible que la revolución, como realidad política, como ¡Tus hijos. Tus hijos, que mañana, si tú no lo remedias luchando a la realidad insurreccional y aun como ejercicio del poder, se ha operado a pesar de par del hombre, serán lanzados a la matanza, para que el petróleo, o el carbón, que en la conciencia popular y aun en la conciencia de los dirigentes rebeldes no se o el hierro cuesten más caros y arrastren más lujos y multipliquen sus frivolidaha producido la comprensión integral de sus causas y necesidades históricas. Aclades los capitalistas.
remos. Cuáles fueron las causas inmediatas del alzamiento contra el régimen de ¡Tus hijos. No has pensado, mujer, que ellos nos pertenecen idealmenAyala?
te? Crecerán al amor de las ideas de su tiempo, las nuestras. Serán socialistas. puede suceder, joh, pobre madre. que contribuyas a la designación de los triHasta la guerra del Chaco la oligarquía liberal dominó sin mayores sobresalbunales que te arranquen tus hijos y los envíen al presidio o anté el piquete natos durante treinta años. Pero el conflicto bélico despertó la modorra civica. Los da más que por eso; por ser pobres, jóvenes y socialistas.
hombres jugaban sus vidas en las líneas de batalla y naturalmente seguían con Esta invocación ha de estremecerte. En nombre de tu amor vigilante te pediatención la forma en que se conducía el gobierno. Advirtióse entonces que el solmos cooperación. Sabes lo que conseguirás con ella? Una vida mejor para miles, dado paraguayo verdadero ganador de la guerra por su astucia, su valentía, su sopara millones de hombres, de padres de familia, de jóvenes tal vez como tus hibriedad era sin embargo un desnutrido, un analfabeto, como consecuencia del régijos. Esfuerzate para que en sus hogares, como en el tuyo, mujer hispanoamericana, encuentren pan y amor!
men esclavista del trabajo y de la desatención gubernativa. Los oficiales y jefes militares palparon de cerca el dolor de su pueblo, el heroísmo de su pueblo, y eso fué germen de sorda protesta contra los causantes de tal situación.
Los reaccionarios y los capitalistas se oponen a que la mujer ocupe el Pero hubo más. Mientras los combatientes de Boqueron no podían lavarse ni lugar a que tiene derecho en la transformación social. La convierten en insafeitarse, pues sólo disponían de un vaso de agua por día para todo uso, descubriótrumento de su rapacidad o de sus vicios. La fanatizan. la ponen frente a se que el abastecimiento se dificultaba por favorecer a oscuras empresas concesiofrente de los trabajadores: de sus padres, de sus hermanos, de sus propios hinarias. Una serie de peculados y negocios turbios se producían a la retaguardia de jos, quienes tienen que vender al patrón su fuerza de trabajo para llevar a los un ejército que luchaba contra enemigos superiores en armamentos y número.
suyos un pedazo de pan.
Cuando las tropas llegaron a las cercanías de la zona petrolífera de la Standard Oil, El ideario socialista quiere que la mujer sea la compañera del hombre; de la misma Standard Oil que había empujado a Bolivia a conquistar un puerto la madre que defiende a su hijo; la hermana que comprende el dolor de su en el río Paraguay, los avances se detuvieron. veces no daban tropas, o munihermano; la esposa que libra la batalla de liberación codo a codo con su marido, porque sabe que el actual régimen de esclavitud económica es enemigo ciones, o elementos de transporte. Los pozos de la Standard no sufrieron el menor de la familia y del hogar.
perjuicio.
Pactose la paz. Qué recompensa económica recibía el Paraguay para resarcirse de los enormes gastos de la guerra? Ninguna. Los jefes y oficiales que habían Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.