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30 LIBERACION LIBERACION 31 El pensamiento central de aquel príncipe de la palabra era que no se trasin embargo, en el mundo durante siglos, y ejerce todavía sobre nuestras almas taba, propiamente, de un ataque a la Internacional cuando se pretendia arrebatar una influencia casi irresistible. Aprended esa lección del pasado. es que las a esta ciertos derechos individuales, como los de organización, demostración y prendoctrinas de la Internacional pueden parecer más inmorales, más anárquicas, más sa, y hacer castigable el ejercicio de ellos por los trabajadores, sino de un ataque subversivas que a los ojos de los antiguos senadores, las ideas del cristianismo?
general a las oposiciones a los regímenes imperantes, aun cuando no profesaran el Contra el cargo de que la Internacional, por su objeto y por sus medios, era ideario socialista; y que, por consiguiente, debía tener con mucho cuidado a aquéaltamente peligrosa para la seguridad del Estado, Pi y Margall replicaba: El Millas un peligro que era común a todas las tendencias distintas de la que detentanistro de Gobernación dijo: La Internacional compromete la seguridad del Estaba el poder.
do, porque tiende a destruir el Estado mismo. Para probarlo nos leía un programa Derivase de aquí una enseñanza, válida para todas las épocas: Si cualquier que creía ser de la Internacional y no era más que el de una sección de la Federaintento por parte de los gobiernos de cercenar o suspender por completo las preción madrileña. Destrucción dice ese programa por medio de la reducción prorrogativas ciudadanas, constituye atentado contra los partidos y tendencias oposigresiva de funciones, de todos los Estados políticos y autoritarios actualmente exiscionistas, y no sólo de cuantos aparecen acusados de revolucionarios o de profesar tentes, reduciéndolos cada vez más a simples funciones administrativas de los serel internacionalismo, entonces es evidente que la formación de un frente común, vicios públicos en sus países respectivos, hasta lograr su desaparición en la unión a base de LIGAS SECCIONALES PARA LA DEFENSA DE LAS LIBERTADES universal de las libres asociaciones, tanto agrícolas como industriales.
PUBLICAS, se impone a aquellos partidos y tendencias como imperativo de propia Como se ve, lo que pretenden es limitar, gradualmente, las funciones del conservación.
Estado, hasta llegar a hacerlo desaparecer en la nueva organización económica que Para Pi y Margall los derechos individuales constituían la piedra de toque del han concebido; lo que pretenden es continuar nuestra misma obra. Qué otra cosa Liberalismo y de la Democracia. Así, decía: Si la idea se desenvuelve en el entenhemos hecho cuando hemos declarado ilegislables los derechos individuales; cuando dimiento de un individuo miembro de una sociedad en donde existen los derechos hemos entregado al Municipio y a la Provincia una porción de funciones que antes individuales se desenvuelve a la luz del día, se depura en la contradicción y correspondían al Estado; cuando hemos abandonado a la actividad particular mulen la lucha, aúna en público las voluntades, y se abre paso al Poder por la asociatitud de servicios públicos. Qué otra cosa pretendemos hacer separando la Iglesia ción libre y por el sufragio libre. Entonces el progreso se realiza sin perturbaciodel Estado, declinando a los Municipios y las Provincias el pago del clero?
nes, sin estrépito, sin sangre. He aqui por qué soy tan partidario de los derechos Combatía Pí y Margall el cargo de inmoralidad formulado contra los traindividuales; he aquí por qué en el año 54 escribí un libro que tenía por lema: La bajadores de la Internacional, en los siguientes términos: revolución es la paz; la reacción es la guerra. Al decir que la revolución era la Ahora bien, aunque la Internacional por sus ideas afecte la ley moral. popaz, creía yo que, llevando la revolución consigo los derechos individuales, traía el dréis decir por esto que es inmoral la Internacional? No podréis decir que sea inprogreso pacífico; al paso que la reacción, tratando de limitarlos y destruirlos, no moral sino cuando probéis que las ideas de la Internacional afectan o no a la mopodía traer más que el progreso violento, es decir, la guerra.
ral de la razón, que es lo inmutable, lo permanente. Examinemos ahora si las ideas En cuanto a la Internacional en su relación al mismo tópico de los derechos de la Internacional afectan o no a la moral de la razón humana. Para esto es preindividuales, Pi y Margall la defendía de contraria a la Constitución y al Derecho ciso que, ante todo, determinemos el fin a cuya realización aspira, porque bien saPenal de la época, diciendo. Declarar de pronto que la Internacional está fuera béis que el artículo 17 de la Constitución condena las asociaciones hechas para fines de la Constitución y dentro del Código Penal! Trasladémonos por un momento a humanos que sean contrarios a la moral pública. La Internacional, por sus estatulos primeros tiempos del imperio romano; suponed que este parlamento es el senatos, por lo que ha dicho en sus congresos europeos, y en las declaraciones de su do del tiempo de Augusto o de Tiberio. Corre de improviso entre nosotros un ruconsejo general, quiere la emancipación social de las clases trabajadoras; es decir, mor vago y siniestro. Se dice que en el seno del imperio se están formando asociaIn refundición de todas las clases sociales en una sola de productores libres.
ciones con carácter religioso, que pretenden nada menos que derribar de sus aras bien. quién de vosotros podrá creer que es inmoral aspirar a la emana nuestros dioses y establecer el culto de un Dios desconocido; arrancar de la frencipación social. Fueron inmorales los antiguos esclavos cuando quisieron romte de los emperadores la corona de los pontifices, y levantar enfrente del poder per las cadenas de la esclavitud. Fueron inmorales los siervos de la edad media temporal otro poder espiritual, dando al uno los cuerpos y al otro las conciencias; cuando quisieron emanciparse por el movimiento de las municipalidades. Serán que proclaman la igualdad de los hombres ante Dios, y sostienen que el rey no vale inmorales los esclavos de hoy cuando tienden a conquistar la libertad? La emanmás que el último de sus súbditos, ni el señor más que el último de sus esclavos; cipación social de las clases jornaleras no la quieren tan sólo los trabajadores; la que el hombre puede ser absuelto de sus grandes culpas y de sus más sangrientos queremos nosotros todos los que nos sentamos en estos bancos.
crimenes por el solo hecho de su arrepentimiento y la subsiguiente bendición de Por último, del cargo de contraria a la patria y a la familia y de enemiga los sacerdotes, que tienen el derecho de atar en el cielo lo que en la tierra desaten; personal de la religión y de Dios, Pi y Margall absuelve a la internacional en forma que condenan nuestras leyes sobre el divorcio, y llegan a considerar como adulterio cuya elocuencia no superaron los más grandes oradores del siglo: La Internaciohasta el mirar con ojos de codicia a la mujer ajena; que para colmo de aberraciones nal se dice no sólo niega la propiedad; niega la patria, niega la familia, niega se reunen en banquetes misteriosos, donde bajo las formas de pan y vino dicen que a Dios. La patria. Gran nombre el de la patria! No niegan el amor a la patria toman el cuerpo y beben la sangre de su propio Dios.
los internacionalistas; lo que quieren es agrandar ese sentimiento; y, sobre todo. Nosotros todos nos levantamos a condenar esas asociaciones por inmorales, contraponerle el amor a la humanidad. Conocéis, señores diputados, algo más bepor absurdas, por subversivas, por anárquicas, por peligrosas para la seguridad del llo y más fecundo que el amor? El amor es la vida del mundo material; el amor Estado, por contrarias al orden social. El gobierno, haciéndose eco e instrumento es la vida de la humanidad. Conocéis tampoco algo que tienda más a la concende nuestras miras, persigue a los nuevos sectarios, inventa contra ellos suplicios, tración y al exclusivismo? Amamos en la primavera de la vida a la mujer, y estalos entrega a las fieras de los circos para que los despedacen, y alumbra con sus mos, desde luego, dispuestos a sacrificarle, no sólo los intereses de la amistad, sino cuerpos encendidos los jardines del emperador. La moral de esas asociaciones reina, también los de la familia; estamos dispuestos a sacrificarle hasta nuestro porvenir, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.