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24 LIBERACION LIBERACION de este siglo, han llevado la desesperación y la miseria a un alto porcentaje de la población sin patrimonio.
Pero ninguna de estas conquistas de orden social será efectiva; ni podrá organizarse científicamente nuestro sistema monetario; ni será posible que las masas explotadas cubran el costo de los artículos de obligada importación, en un pueblo que todavía no ha llegado a la etapa industrial; ni en materia pedagógica seremos de vanguardia; ni obtendrán los trabajadores los beneficios de su diaria faena, mientras el Estado siga en su comodo papel de simple espectador y de cobrador de impuestos con uniforme de policía. Si, por el contrario, adopta el Gobierno rumbos definidos; si resuelve coordinar las fuerzas sociales y económicas que actúan en el pais; si, como representante de la comunidad y no sólo de una clase en perjuicio de las demás satisface necesidades colectivas, apoyando a los débiles para que no sean pasto de los fuertes, e instaurando un nuevo régimen de justicia social que atenúe desigualdades; si, en resumen, comprenden los directores políticos de la nación que ya los fenómenos económicos no pueden dejarse abandonados al libre juego de la clásica escuela liberal, y que se hace indispensable la economía dirigida de tipo socialista, llegaremos a un punto en que Costa Rica estará en condiciones de proclamar que marcha con el ritmo del momento actual del mundo.
Aprovecha el Partido Socialista la oportunidad de esta fecha de reivindicación y de lucha de las clases trabajadoras para exponer, una vez más, la necesidad de que se resuelva con toda decisión, sobre bases científicas, concretas y definidas, el agudo problema de nuestra realidad política, social y económica. Sería delito inexcusable que siguiésemos mirando con indiferencia la trágica situación que nos azota, cuando ya hemos visto que está el mundo entero en época de reajuste de todos sus valores. este reajuste debe empezar en nuestro medio con una comprensión clara de que ya no es posible seguir hablando de libertad en la forma en que lo hacen los fetiches liberales que nos han gobernado, porque el liberalismo clásico, en su aspecto económico que es el fundamental, deja libres las manos a los poderosos, a los propietarios de los medios de producción y de cambio, para que continúen explotando a las masas desposeidas, que no tienen otro haber que su fuerza de trabajo. Es indispensable poner coto a un sistema de lucha desigual entre los que todo lo tienen y los que nada poseen, tratando así de evitar el estallido de la violencia de explotados contra opresores.
En otras palabras, deben buscarse formas más puras de democracia. No la democracia del voto, la engañosa democracia política que no existe ni podrá existir mientras las mayorías esclavizadas estén bajo el dominio de las minorías omnipotentes; no la falsa democracia que predican los capitalistas y sus instrumentos oficiales, sino la democracia económica en que la felicidad de los más debe anteponerse al interés de los menos, acabando asi con la tenebrosa esclavitud contemporánea, peor mil veces que el vasallaje de los siervos de la gleba en la época feudal.
Afortunadamente el problema no reviste en nuestra patria los complejos caracteres que en los países de economia intensamente desarrollada, en donde la diversidad de productos manufacturados, la gran industria, los millores de trabajadores sin empleo, el maquinismo, la llamada superproducción, el dominio del capital financiero y demás condiciones anejas al ritmo desquiciador de la hora actual, requieren complicadas organizaciones estatales para resolver la situación, eso tienden los puntos concretos del Programa del Partido Socialista Costarricense, que permanentemente transcribimos, y que deben tomarse como un paso en firme hacia la abolición efectiva de la esclavitud; hacia la formación de hombres y no de siervos, de ciudadanos y no de parias. Se dirá que no estamos preparados para dar el salto al socialismo integral, adelantándonos a las grandes potencias de cuya economia somos satélites inevitablemente. Pero en tanto llega la hora de entrar definitivamente en la transformación socialista, no sólo es posible sino también obligatorio orientar y defender a los trabajadores para que adquieran conciencia de clase y lleguen a organizarse y a defenderse ellos mismos de la opresión de un régimen injusto, que a todos por parejo nos agobia. Nuestro programa podrá servirles de guía.
Nuestro programa es el único candidato y el único caudillo del Partido Socialista.
Nuestro programa es un producto de nuestra propia realidad. En él no hay dogmas congelados, ni demagogia de plaza pública, ni ultraizquierdismo de teorizantes que quieren empezar por la fachada. Ojalá puedan tremolar esta ideología como bandera, y sentirla y amarla y defenderla las clases trabajadoras!
San José, Costa Rica, primero de mayo de 1936.
COMITE DIRECTIVO DEL PARTIDO SOCIALISTA COSTARRICENSE En Costa Rica lo básico estriba en organizar la economía nacional, de tal manera que el Estado se convierta en fuerza equilibradora de la producción, del crédito, de las importaciones y exportaciones, de todo lo que atañe a la infraestructura del país; en combatir el monopolio privado de los medios de producción y de cambio, enfrentándose a los explotadores del trabajo humano, llámense capitalistas criollos o capital monopolista extranjero; en sistematizar el trabajo, como que es el primordial elemento creador de riqueza; y en llevar a cabo una honda transformación agraria, siendo como es la tierra nuestra principal fuente de vida, en tal forma que los trabajadores de la ciudad y los del campo, intelectuales y manuales, obtengan las garantías a que tienen derecho, no con simples ofrecimientos, ni merced a sermones cristianos sobre fraternidad, ni a título de graciosa concesión que se les hace, sino por medio de una ley de trabajo y previsión social, firmemente respaldada por la Constitución de la República. Establecidas en esa ley las conquistas de los trabajadores; satisfechas ampliamente las necesidades del individuo y las de su familia dentro de una sociedad civilizada; distribuida, en suma, con profundo sentido de justicia social la riqueza que todos producen, es indudable que se elevará el nivel de vida de las mayorías que hoy apenas pueden sostenerse, en tanto disfrutan del producto del sudor ajeno las minorías detentadoras, quienes baten palmas a la llamada democracia liberal que sólo a ellas aprovecha.
Lea. tercera página del forro. el Programa Mínimo del Partido Socialista Costarricense Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.