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16 LIBERACION LIBERACION 17 Horario Contemporáneo Por LUIS NUILA Especial para Liberación munistas, que en ocasiones ha tenido aplicación sangrienta. En todo el Istmo Centroamericano el derecho de asilo ha dejado de existir para los refugiados políticos. Lo mismo sucede en la América del Sur: las dictaduras feudocoloniales han sellado convenios para la extradición de oposicionistas, a fin de romper toda resistencia frente a ellas. El proyectado congreso anti comunista, cuyo principal propagandista es el diario más retrógrado del Perú, El Comercio. tendrá por objeto fortalecer, ampliar y perfeccionar ese mecanismo de persecución y represión policiaca, cuyos engranajes fundamentales se han montado ya.
Garantizada, pues, la sujeción de los pueblos iberoamericanos a la liga de las dictaduras semi feudales que pesan sobre ellos, las operaciones del imperialismo yanqui podrán desarrollarse sin obstáculos mayores. La Conferencia Interamericana del Presidente Roosevelt estará en condiciones de echar las bases del predominio absoluto del comercio norteamericano sobre los mercados del centro y del sur del continente, con exclusión de enojosas rivalidades. En este sentido, sí servirá para asegurar la paz toda vez que, guerras como la del Chaco, sólo son posibles cuando hay choques de intereses entre imperialismos competidores.
Falta, sin embargo, vencer una dificultad. Ni los mismos Estados Unidos son capaces de vender sin comprar en el comercio internacional. Aun garantizada la completa y pacífica posesión de Latinoamérica para los exportadores yanquis, restaría allanar el obstáculo que oponen al intercambio de nuestras materias primas contra los productos manufacturados de la América del Norte, las barreras aduanales que la clase campesina de aquel país no permitirá bajar a ningún precio. Ya los republicanos se han hecho intérpretes de esta resolución.
La consecuencia de todo ello no puede ser menos halagadora para nuestros pueblos: como no hay posibilidad de establecer esa reciprocidad de trato a que se refería el senador Pittman, por una parte; y como por la otra, la expansión comercial es una necesidad de vida o muerte para el capitalismo yanqui, cabe colegir que nos encontramos en vísperas de un agravamiento de la ofensiva imperialista, que no dejará de acentuar el carácter colonial de la situación económica de la América Latina.
OTRA VEZ MONROE La invitación del Presidente Roosevelt a una Conferencia de Paz Panamericana, bien en Buenos Aires o en otra ciudad que resulte con virtudes de mascota para esa asamblea de la diplomacia puertas abiertas, ha puesto de nuevo sobre el tapete a la Doctrina de Monroe. Nunca se imaginó, seguramente que no, aquel mandatario norteamericano, que su mensaje al Congreso tendría repercusiones en la política continental hasta estos días; ni jamás pudo esperar que los libros, folletos, acápites, editoriales de prensa, interpretaciones de sus sucesores, serían en tal número que ya se cuenta en la Biblioteca de la Unión Panamericana, ciudad blanca de Washington, con una estantería especialmente consagrada a tan rica documentación. Verdad es que, si para unos, tal doctrina forma un cuerpo de jurisprudencia que ya necesita digesto para que se sepa en síntesis todo lo que se ha dicho desde Mr. Monroe hasta Mr. Roosevelt, pasando por el Embajador en México Mr.
Clark para los suspicaces, para aquellos que tienen un dédalo en el cerebro, ella no es más que la perfecta carabina de Ambrosio. asi tiene que ser, desde el momento en que los Estados Unidos, diciéndole por boca de Mr. Pershing a Francia, ante la estatua de La Fayette aquí estamos. fueron a Europa a luchar por la democracia y por la libertad. interviniendo francamente no sólo en los destinos de la cultura occidental, sino dando a los pueblos de América una categoría de valores que más tarde pueden precipitar el epílogo de un conflicto que se avecina, que indudablemente ya está en su prólogo, desde el momento en que se habla de una Liga de Naciones de este continente. Contra quién. Es que hay otro bloque capaz de trastornar la paz de alguna nación envidiada en este lado del Atlántico? Aquellos gobernantes que creen que los Estados Unidos tienen una misión providencial en la historia, hasta la de arreglar las cuestiones domésticas de algunos países, gozan de una oportunidad admirable para reiterar su más atenta consideración y aprecio a la Doctrina de Monroe, a esa maravillosa entelequia que ni los Estados Unidos saben lo que es.
Sumner Welles sería, sin lugar a discusión, el enemigo número uno de la América Latina, si no estuviese de por medio Jefferson ffery, disputándole el campeonato con su actitud en Cuba.
Estos dos diplomáticos norteamericanos, expertos en todo lo que se refiere a manejar hombres y cosas de Hispano América, tanto han servido a Hoover, como a Coolidge y a Roosevelt.
Son, pues, poderosos instrumentos del imperialismo que nos ahoga, con largo historial en la Secretaría de Estado de Washington. Cuidense de ellos los Delegados a la Conferencia de Buenos Aires!
UNA ACLARACION Justo es recordar la que pedia en Paris, en momentos en que se firmaba la Paz de Versalles, la Delegación de Honduras, presidida por el Doctor Policarpo Bonilla, al tratarse de insertar en el Pacto de la Sociedad de las Naciones una enmienda sobre la Doctrina de Monroe. El Doctor Bonilla formuló su moción así. Esta Doctrina, que ha sido sostenida por los Estados Unidos de América desde 1823, en que fué proclamada por el Presidente Monroe, significa que todas las Repúblicas de América tienen derecho a su vida independiente, sin que ninguna otra nación pueda