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30 LIBERACION LIBERACION 31 nia misma de la República, y es más profundo de lo que se puede considerar en el presente trabajo. Reyes se queja de que Panamá no recibe ninguna compensación por el uso del aire correspondiente a la Zona del Canal y aun a la República de Panamá, cuando lo surcan los servicios aéreos americanos, y sostiene que dicho aire no debe ser cedido en ninguna forma a ningún país. Este asunto relativo al aire se relaciona también con el uso del radio. La cuestión se lleva demasiado adelante, y pareciera que se suscita con el ánimo de añadirle un nuevo matiz o interés a la controversia. Al asunto de reglamentar las carreteras de la República y conectarlas con las de la zona del Canal, debería prestarse la debida atención. No obstante que de ordinario esto no sería una cuestión vital, dados los planes defensivos del canal, tienen también su importancia. Las selvas primitivas constituyen la mejor defensa, y no es deseable que se construyan demasiados caminos a través del país.
Explotación y miseria de las clases trabajadoras Aparentemente estas cuestiones se presentan con el objeto de transmitirles mayor calor a las negociaciones preliminares del Nuevo Tratado. La institución que Reyes encabeza puede ser excelente, pero tiene una denominación que de inmediato suscita profunda sospecha en cuanto a la sinceridad de sus sostenedores. Traducido del Panamá América del 10 de Febrero de 1936, por Turner. Reunión de varios Congresos Socialistas en América Latina Se fortalece la idea de crear la Internacional Socialista Hispanoamericana El primero de marzo en curso publicó Diario de Costa Rica las siguientes declaraciones del ex Presidente de la República, licenciado don Cleto González Viquez. Es indudable que el alto tipo de cambio ha salvado a la agricultura. Pero el alto cambio sólo le sirve al exportador, al cafetalero, y en cambio agudiza con mayor fuerza ahora que nunca el problema de los salarios y de los sueldos. Infortunadamente, nuestros exportadores no tienen otra mira que llenarse de dinero y se cuidan poco de la situación de las clases trabajadoras. El tico, por su idiosincrasia, no suelta el centavo que coge. Usted mismo le dice a un cafetalero: Cada manzana de cafetal le produce ahora cuatro o cinco fanegas, tal vez menos; si Ud. abona, podrá coger de diez a once fanegas. el cafetalero lo pensará y es casi seguro que le conteste. si no las produce el cafetal? se guardará el dinero. De ahí que es imposible hacerles entender a nuestros finqueros que si pagan salarios altos en concordancia con el tipo de cambio que perciben y el encarecimiento de la vida multiplican sus ganancias indirectamente, dan vida a las industrias, alimentan al comercio y sostienen al Fisco. Ellos sólo miran la materialidad de sus ganancias y las conservan empobreciendo a la nación, quitando vida a las demás actividades, paralizando los negocios, impidiendo que el comercio importe y con ello el Estado perciba su renta aduanera, mucho más importante que la que proviene de la exportación; y, finalmente, condenando a la miseria, a la desnutrición y al descontento a las clases trabajadoras que con salarios tan reducidos no pueden subvenir a los gastos que sus necesidades demandan, con lo que agravan el problema social Al nuevo gobierno le incumbe realizar una muy importante labor. Tiene que darle una solución a este problema de los salarios. Para ello tendrá que desarrollar una intensa campaña para acrecentar la producción, abaratándola. Le serti indispensable el poder contar con la cooperación de instituciones que como el Instituto del Caféque tan buena labor ha realizado le proporcione los medios de intensificar los abonos, encauzar a los agricultores aconsejándoles los mejores medios y sistemas de producción, dirigiendo el crédito del Estado de modo que se llegue a mejorar nuestra economía agrícola, sin descuidar los poderes que tiene en su mano para obligar a los exportadores un reajuste de salarios proceder a una baja equitativa del cambio. Para ello tendrá el nuevo gobierno todos los elementos. Procurando así una situación de bienestar económico que alcance a todos, que de compensación justa al productor de la riqueza agricola, pero que garantice a su colaborador más inmediato, el peón, su derecho a vivir, con salarios que le permitan una alimentación adecuada a sus faenas y así, como hombres mejor nutridos, puedan sus trabajadores darle mayor rendimiento a su esfuerzo. Teniendo nuestras clases trabajadoras sus medios de vida asegurados, el comercio florecerá y por. consiguiente el Fisco Fisco y Comercio, dualidad inseparable, siendo el segundo genuina representación del primero y la mayor producción dará para todos el abaratamiento de los artículos de subsistencia y no sucederá como ahora, que mientras el alto cambio hace subir los precios de los articulos de primera necesidad, los salarios se reducen, en igual proporción, en su capacidad adquisitiva.
Hace pocas semanas se ha celebrado, en la ciudad de Concepción, el Tercer Congreso General del Partido Socialista Chileno, al que asistieron delegados de casi todas las secciones de aquel país hermano, aun de puntos tan distantes como Iquique, Antofagasta, Natales, Calama, etc.
Tuvo este congreso, además de su trascendencia local, una gran importancia para el porvenir del socialismo en la América Latina, así como para el desarrollo de la lucha contra la explotación de los trabajadores por el capital criollo y por el capital monopolista extranjero. En sus conclusiones coincidieron los delegados con nuestra ponencia acerca de la necesidad de que se forme la Internacional Socialista Hispanoamericana.
Mientras en Chile discutian los socialistas la necesidad de unirse y de fortalecerse mediante la Internacional, también en el Norte del Continente, en la capital de México, estaba reunida una magna asamblea para formar la Central Sindical Unica de aquella república, y para tomar acuerdos relacionados con los más hondos problemas del proletariado hispanoamericano, desde un punto de vista netamente revolucionario. no sólo en el Sur y en el Norte, sino también en el propio corazón de nuestra América tuvo lugar hacia los mismos días, del 14 al 16 de febrero último, el Congreso Nacional del Partido Socialista de Panamá, en el que se discutió y fué aprobado el programa mínimo de aspiraciones de los campesinos y obreros de la nación panameña.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.