ExtremistViolence

14 LIBERACION LIBERACION 15 cuales demuestran que el gobierno ecuatoriano trata efectivamente de poner en práctica una honda y seria labor revolucionaria, que tomaría largos años de sangre y de violencia si hubiese necesidad de que las clases explotadas, desde abajo, iniciaran la lucha por la conquista de sus legítimos derechos.
Nacionalismo Por ABELARDO BONILLA Especial para Liberación Nota. En prensa ya el anterior comentario nos viene correspondencia de Quito, junto con un Manifiesto a los sectores de avanzada del país. fechado en Cuenca el de febrero de 1936. Rompimiento, incomprensión, ruptura entre los propios vanguardistas por intereses personales, por diferencias de táctica! Acusan los de abajo, no a socialistas sino a socialiqueros. quienes sólo andan buscando la sombra del presupuesto. se agrega en lo escrito la afirmación desconcertante, apenas creible ante los hechos relatados, de que el gobierno que se inclinó en un principio a las doctrinas de transformación social empieza a caer en el gamonalismo.
Nos llega, al mismo tiempo, otro manifiesto del Grupo Revolucionario de la Universidad del Azuay, en el que su Comité Ejecutivo se solidariza con los compañeros de Portovelo y hace una exposición lealmente revolucionaria, realista y razonada acerca de la situación de los trabajadores ecuatorianos. Poco antes había publicado un llamamiento a los estudiantes del Ecuador el Bloque Estudiantil de Quito, que agrupa en su seno a siete institutos educacionales de aquella república.
La agitación estudiantil, la actitud de los obreros manuales e intelectuales del país hermano y los conflictos recientes que han ocurrido en la Universidad Central, de la que han tenido que renunciar numerosos profesores reaccionarios, están indicando que el movimiento reivindicador cobra gran impulso en tierras ecuatorianas.
Es, entonces, más penoso y lamentable que en estas condiciones los trabajadores, los explotados, gasten energias en atacarse unos a otros y no logren ponerse de acuerdo para enfrentarse al enemigo común. Cuándo comprenderemos en Hispano América nuestra verdadera situación, y nos libraremos cerebralmente de los extremistas snobs que reparten garrotazos con los ojos cerrados?
Deben interesar a los pueblos de la América española las proyectadas conferencias de paz interamericanas en cuanto que plantean la posibilidad de crear un nuevo derecho en las relaciones de nuestros pueblos; deben interesarnos también en cuanto prometen fijar una nueva interpretación de la Doctrina Monroe, colectiva y no unilateral; y deben interesarnos, sobre todo, porque de ellas. y a condición de que todos los gobiernos y sus delegados comprendan y realicen plenamente este concepto. puede surgir un moviminto internacional que sustituya el nacionalismo absurdo que sienten y viven los pueblos americanos, como casi todos los pueblos del mundo.
En realidad, la iniciativa del presidente Roosevelt obedece a una reacción contra el nacionalismo norteamericano, que, en choque contra el nacionalismo asiatico, europeo y latinoamericano, ha tenido tan desastrosos efectos en la estructura económica de los Estados Unidos. Y, desde este punto de vista, interesa a todos aprovechar la idea para iniciar un cambio de frente en las relaciones de los pueblos del hemisferio occidental.
En Europa ha tenido una acogida entusiasta la campaña que han lanzado distinguidos pensadores de Francia, Alemania y España contra el nacionalismo, en el que miran la causa primera y única de la guerra, de la militar que es una amenaza constante y de la económica que es una realidad desde 1930. En América, continente nuevo en el que no existe el tradicionalismo europeo, la campaña no sólo debe encontrar igual acogida sino que debe concretarse en hechos.
El nacionalismo tiene escrita en el frontis de sus programas esta frase de sentimentalismo brutal: Con razón o sin ella, nuestro país. Este amor irreflexivo por el país es de instinto gregario y corresponde a la infancia de la humanidad.
Tiene mucho de dogma, puesto que está fuera del discernimiento y su razón es una evidente miopía intelectual. Como el hombre sólo puede amar lo que ve y lo que siente, lo que está cerca de sus ojos y de su corazón, tenemos como resultado que la miopía nacionalista va empequeñeciendo su mundo hasta reducirlo a la región de los suyos, a la aldea en que se han forjado sus ilusiones, y, en último término, a POPLINES INGLESES PIJAMAS CORBATAS ARTICULOS PARA CABALLERO, ESPECIALIDAD DE su choza. LA GLORIA Crespo Cia.
SAN JOSE, COSTA RICA Esto no quiere decir que el nacionalismo sea en sí mismo un sentimiento de barbarie o de niñez. Ni una ni otra pueden prolongarse por mucho tiempo ante la cultura. El niño se interesa primero únicamente por el tic tac del reloj, pero llega el día en que aprende a conocer la hora. Y, sin embargo, los pueblos han tardado ya excesivamente en conocer la hora internacional. La apreciación más exacta es la que equipara el nacionalismo a una civilización de segunda clase; a una civilización que se cree en el deber de distribuir el nacionalismo obligatorio, dogma y rito que fácilmente llegan al crimen; que vive más de lo que fué que de lo que es; que hace a la patria más estrecha, menos sana, menos capaz de libertad; que estorba la marcha de la humanidad hacia la armonía universal, que es el propósito Avenida Central Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.