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10 LIBERACION LIBERACION 11 como el saxoamericano. es ese error legal, ese grave error, lo que hace nulo nuestro tratado del Canal con los Estados Unidos, por haber nacido del consorcio de la astucia, la violencia y el dolo, impuesto por el temor a un enemigo positivo, y al que falta además uno de los requisitos esenciales a todo contrato: el consentimiento voluntario de las partes contratantes. no se crea que el presente está exento de ese terror mental, de ese espantajo, libre de ese coco. Nuestra existencia está plagada de imágenes terroríficas sobre un futuro incierto, sin la protección del capitalismo yanqui; imágenes creadas, fomentadas y desarrolladas por los eminentes diplomáticos norteños, por su gobierno y por parte de su prensa capitalista e imperialista. debido a eso nuestra República está como un niño, sujeto a las amenazas que fomenta el diplomático burgués Sumner Welles, terror de nuestros pueblos latinoamericanos. cada vez que nuestra patria intenta sacudir el yugo de la esclavitud, y conseguir por medio de un tratado legal que no sea el odiado Panamá cede. su calidad de pueblo independiente y soberano, ese gobierno fuerte, omnipotante y explotador, presenta a nuestros miedos cervales la imagen de un coco aterrador, en acecho. las compañías extranjeras que nos explotan, succionando nuestra sangre generosa y buena, consumiendo nuestra vitalidad, extinguiendo nuestras energias físicas y nuestros recursos naturales, son también en ese sentido las fieles discipulas, y muy aventajadas por cierto, del gobierno imperialista yanqui, cuando nos amenazan con abandonarnos a nuestros propios recursos y con la imagen de futuras miserias y del hambre. Coco de los gobiernos panameños de antaño y del presente.
El coco más socorrido por los representantes de los intereses capitalistas norteamericanos, y por consiguiente, acérrimo enemigo de su pueblo, que en el iondo es tan atormentado como el nuestro, por la explotación del ogro que alimenta dentro de su propia casa, es la amenaza del Canal por Nicaragua. Por eso hemos visto que siempre que nuestros diputados, nuestros periodistas o nuestros escritores, valientes y preparados, han empuñado la bandera de las reivindicaciones panameñas, para hacer desaparecer cualquier aspecto lesivo del tratado de 1903, se ha presentado incontinenti, como espantajo, ya en el Congreso norteamericano, ya en la prensa yanqui burguesa y asalariada, ya por el propio Ministro de Relaciones Exteriores de aquel país, el coco del Canal por Nicaragua. usando de argumentos convincentes, el gobernante mago de la política del buen vecino sopla a los oídos de Sumner Welles, para que a su vez llegue el susurro ante los representantes panameños, la amenaza. de que existe un movimiento fuerte con respaldo politico considerable, en ese país, para llevar a cabo la construcción del Canal por Nicaragua exigiendo, por supuesto, cláusulas que otorguen en el tratado más tierras y más aguas panameñas para la protección y defensa del Canal.
Nunca, desde el tratado de 1903, pensó el Gobierno de los Estados Unidos seriamente, en la posibilidad de esa construcción. Suficiente es el Canal de Panamá para el tráfico de las naves en la actualidad, y suficiente lo será por muchos años todavía. fuerte e inútil seria la erogación para un gobierno tan interesado, tan calculador; y grave el hacerse por sí mismo la competencia.
Pero así como en 1903 nuestros hombres cedieron ante la amenaza y la astucia, ceden hoy nuestros dirigentes ante el mismo espectáculo: el Coco del canal por Nicaragua. por consiguiente no podrá haber tratado equitativo con estos sistemas de gobierno, ni tratados legales ante el Derecho Internacional, que exige también para su legalidad el consentimiento voluntario de las partes contratantes, y prescribe la astucia, la violencia, el dolo de esas partes.
Hay más. Panamá reclama el pago de la anualidad del Canal en oro. Una Înfima cantidad de 250. 000 oro, como lo estipula el tratado de 1903, mientras la ganancia liquida anual que perciben los Estados Unidos es de más de 12. 000. 000.
Esta es la tercera anualidad vencida que se le adeuda y no ha podido conseguirlo, mientras nuestra república, de la cual deduce aquel gobierno sus más fuertes entradas, paga puntualmente sus deudas a los bancos norteamericanos. para que Panamá desista de su empeño de no recibir el pago enunciado en moneda desvalorizada, Sumner Welles, haciéndose eco de la política de su gobierno, amenaza a Panamá con la suspensión de continuar recibiendo la moneda panameña como de curso forzoso en la zona del Canal. Es decir, nos amenaza con la desvalorización de nuestra moneda. Ya no es suficiente, pues, el depósito que en los Estados Unidos tenemos del 15 para mantener la paridad, ni el que nuestra moneda tenga un valor igual a la norteamericana.
Amenazarnos con ese coco. qué moneda es la nuestra. No tenemos nosotros solamente, como medio circulante menos de 000. 000 de Balboas en plata, mientras que el total de moneda circulante en Panamá asciende a 000. 000, según cálculos de personas autorizadas? La diferencia es un pequeño porcentaje en plata americana y el resto en papel emitido por los bancos norteamericanos, sin respaldo ninguno en nuestro país. por el hecho de que no circule más nuestra moneda culpa el bueno del señor Welles a nuestro Banco Nacional, porque no hace sus pagos en metálico, sino en billetes americanos. Qué ingenuo parece nuestro consejero. No es suficiente para ese gobierno explotador la renta enorme que percibe de nuestra lánguida economía, de nuestro comercio, de nuestra posición privilegiada. No es suficiente que pueda sostener en la zona del Canal, bien cebados según expresión del Dr. Shaw, norteamericano, a 42. 851 habitantes, de los cuales 12. 603 son empleados, con pingües sueldos, siendo el 99 de nacionalidad americana, miento a los panameños no tienen trabajo, o ganan en su propio país en los puestos del gobierno hasta la sexta parte de lo que aquellos en los mismos empleos? Pero el neando cambia y da vueltas. Las conciencias se rebelan. Los pueblos se civilizan. lo que menos se espera a veces resulta. La justicia tan esperada, tan deseada, nos vendrá del mismo pueblo norteamericano que también sufre, que también lucha y que también se contorsiona en el convulsionar del presente borrascoso, pues tanto allá como acá los poderosos explotan y extorsionan a las masas.
Hay una hidra de cien cabezas, que en el corazón mismo de los Estados Unidos crece y se desarrolla. Hay un coco también para su gobierno. esa hidra alimentada por el descontento popular, debido a la insaciable voracidad de su imperialismo económico; esa hidra, con sus cien fauces, devorará a los responsables de esa situación caótica interna, que ni el new deal ha logrado salvar. repercutirá ese hecho en todos los ámbitos del orbe, con el advenimiento de una nueva era de justicia y de confraternidad humanas. Suprimirá las odiosas tiranías económicas, la esclavitud clasista que ellan engendran, haciendo renacer una era de progreso para el pueblo norteamericano, que ignaro, inconsciente, y tan explotado como nosotros, juega el papel de verdugo ante nuestras repúblicas latinoamericanas. asi el terrible Coco de los panameños y demás países latinoamericanos tiene a su vez, dentro de sí mismo, el coco no fantástico e irreal, sino real y efectivo que impondrá sobre las ambiciones plutocráticas el derecho y la justicia, e incidentalmente desaparecerán por esta transformación todos los Cocos de nuestras infortunadas nacionalidades.
Panamá, febrero de 1936.
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