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2 LIBERACION LIBERACION brero de 1936, al cumplirse el segundo aniversario de la muerte de Sandino, se publicó una información sensacional, pormenorizada, auténtica, con los detalles de como se llevó a cabo la vil conjuración, y con los nombres completos de los subalternos a quienes convocó Somoza para planear el crimen. Ya la Historia se encargará de recoger el dato, sin duda interesante, de que la reunión tuvo lugar después de una larga conferencia que sostuvo el mencionado General Somoza con el Excelentísimo señor Bliss Lane, Ministro de los Estados Unidos de América en Managua.
El triunfo de las izquierdas en España Estábamos descorazonados con la noticia de que las derechas españolas, en frente único, eran invencibles. Habíamos leído en la revista Izquierda. de Buenos Aires, que los cuatro grupos republicanos presididos por Manuel Azaña, Martinez Barrio, Sánchez Román y Miguel Maura representaban minúsculos sectores, desprovistos de masa popular. Pero he aquí que la unión de todos esos núcleos de vanguardia con los partidos radicales, Socialismo, Comunismo, Sindicalismo, pudo compactar a las masas que siguen siempre a las pequeñas minorias, cuando éstas han podido demostrar que son capaces de hacer honda labor democrática.
Azaña tenía a su haber un historial extraordinario de sinceridad.
Fué una revelación desde la caida del régimen monárquico. Presentó y cumplió un programa concreto de trascendentales realizaciones, a pesar de que ese programa constituia para su gobierno un arma peligrosa de dos filos. Por el filo del voto de la mujer resultó herido su régimen de transformación social. Pero Azaña no se inmutó. Había cumplido con su deber. Había hecho que cristalizaran las promesas y los postulados que lo llevaron al poder.
Perseguido, calumniado, siguió en su puesto de combate. Hasta que el pueblo español vino a darse cuenta de que no se podia comparar la república de Azaña, la república hispana de trabajadores, con la república que mantuvieron las derechas después de la revolución de octubre. por eso ha sido aplastante el triunfo de las izquierdas, enardecidas al ver que más de treinta mil presos políticos eran victimas de la reacción en las cárceles de la que fué nuestra madre patria, y que es hoy nuestra hermana, con la experiencia de la mujer madura que ha dado a luz un continente.
binaciones polit as que han hecho perder al electorado la fe en el sufragio, porque era cosa corriere que a fuerza de sobornos y de reconocimiento de deudas llegase al poder, haciendo caso omiso de la voluntad popular, quien contara con mayor número de votos en el Congreso.
Grandes capitalistas, el clero católico, empresarios y comerciantes apoyaron al hoy Presidente electo, poniendo a su disposición las sumas y los sermones que fueen necesarios para ganar la batalla. Pero habia también en torno del otro aspirante a la presidencia, el licenciado don Octavio Beeche, sacerdotes de prestigio y un grupo igualmente avasallador de financieros y de hacendados. Junto a estos últimos, junto a esta facción capitalista de las fuerzas conservadoras, reaccionarias, crueles, despiadadas, acogidas al señuelo embaucador del liberalismo, que en lo económico sólo significa explotación de las mayorias por los privilegiados, creyó encontrar acomodo e ir a fácil victoria el ya mencionado Partido Comunista. Sus jeIes, con los ojos puestos en libros y en hombres de otras latitudes, llevaron a los trabajadores a un fracaso tan rotundo por su acción contradictoria, que no pudieron obtener, como ya hemos visto, ni una sola curul en la Cámara de Diputados, después de siete años de lucha y de proclamarse a si mismos dirigentes de las masas proletarias.
Dura ha sido la lección para los que creen en la metafisica y no en la realilidad; para los que usan de la demagogia y de los arranques oratorios y de las amenazas de exterminio con órdenes de afuera. Hemos proclamado los socialistas, y ahora lo repetimos, que para hacer obra revolucionaria en estos feudos es necesario tener los pies en la tierra y organizarse cerebralmente. Habia que aplicar en Costa Rica la dosis de socialismo adecuada a nuestro medio retrasado. Los líderes rojos pretendian empezar por el final, por la última fase. asustaron al clero y pusieron en guardia a los grandes propietarios. con falta absoluta de visión miraron con buenos ojos al otro grupo de privilegiados, a los plutócratas que estaban contra Cortés, a quienes por arrastre llevaron también al fracaso.
Como en épocas pasadas, no obstante el desequilibrio económico que está sufriendo la república, no obstante la mortalidad infantil, la desocupación y la miseria de las mayorias, triunfó el grupo más poderoso de las derechas. Arriba de un millón de colones fué necesario gastar en la campaña política. Hubo repartos de dinero. Hubo compra de cédulas electorales. Hubo presión tanto de los patrones cortesistas como de los patrones beechistas en favor de sus respectivos candidatos. más elocuente que las prédicas del comunismo y que las gruesas palabras de los jefes moscovitas fué el temor que tuvieron los trabajadores, los proletarios del campo y la ciudad, de ser echados a la calle si no se enfilaban con sus amos, o si rehusaban aceptar unos cuantos colones a cambio de su voto.
Pareciera saltar a la vista, del anterior análisis, que hay corrupción en la masa electoral costarricense, según suelen afirmarlo los escépticos y los críticos superficiales. Nosotros no aceptamos esa tesis. Lo que hay es una indigencia lastimosa e inexplicable en nación de quinientos mil habitantes con cincuenta mil kilómetros cuadrados. Lo que hay es necesidad que se llena de momento con los dineros que derrama la política. En manos del nuevo gobierno está la solución de este agudo problema, si en realidad piensa el licenciado Cortés hacer renovación en Costa Rica.
De momento nada puede decirse, pues no será sino el de mayo entrante que el candidato victorioso se haga cargo de su alto puesto. Renovación de hombres resulta casi imposible cuando aqui sólo se cuenta con la misma baraja. Sin embargo, aun con cartas sucias cuyos antecedentes preferimos no comentar, tal vez pueda llevarse a cabo una renovación ideológica, científicamente estructurada. Eso es lo que esperan los cincuenta mil hombres que eligieron al nuevo presidente. Cincuenta mil votos que deben pesar más en el ánimo del futuro gobernante, que los cuarenta o cincuenta capitalistas que únicamente prestaron su nombre para que el Banco de Costa Rica descontara los pagarés que se convertirían en dinero para la contienda.
La elección presidencial en Costa Rica En contraste con lo acaecido en España, el Comunismo ha llevado la peor parte en las recientes elecciones verificadas en Costa Rica. Tal vez, y esto debe tomarse muy en cuenta, porque el pueblo costarricense no está maduro para digerir doctrinas importadas ni para recibir instrucciones de la Tercera Internacional. Ni un solo diputado logró elegir el grupo moscovita. esta derrota ha venido a desmoralizar a nuestro proletariado incipiente.
Resumiendo: el de febrero último, por mayoría absoluta, con un respaldo de más de cincuenta mil votos, fué electo Presidente de Costa Rica el licenciado don León Cortés Castro, para el período de 1936 a 1940. Se trata de la votación más nutrida que recuerda el país, a pesar de que la masa neutral llegó a un treinta por ciento de los ciudadanos inscritos. por ser firme la elección, quedaron anuladas las comEste documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.