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Kony TECA Yo también canto América Cómo es para unos placidez la vida, pero cómo es trágico el dolor de los humildes Por RAFAEL ALBERTI Especial para Liberación Navidad. Año Nuevo. Felicitaciones. Obsequios. Concursos de belleza. Fiestas.
Bailes. Alegría.
Sirve todo esto para que unos sientan cómo es de plácida la vida; y para que sea más hondo, más trágico el dolor de los humildes, de los desposeídos, de las grandes e indefensas mayorías que van por el mundo con el fardo de su miseria a cuestas.
Yo también canto América LANGSTON HUGHES, Tú mueves propiedades en tu cielo, astros que son verdad, estrellas tuyas, planetas confiscados, que en la noche pasan gimiendo un rastro de cadenas.
la flor del mar Pacifico, entrevista como una cresta roja de mi infancia, gritando, muda, por tus litorales de azúcar y café, pero invadidos; Niños descalzos, pálidos, harapientos, en cuyos tiernos rostros no hay lugar para que florezca una sonrisa, se detienen frente a las vitrinas atestadas de juguetes.
Piensan que porque son buenos y trabajadores, sumisos y obedientes, el niño Dios se acordará de ellos. Aquel tren. Aquella corneta. Aquel aeroplano. Aquella espada!
Mueves bosques con hojas como circulos, puertas verdes al sueño de los pumas, bosques que marchan, selvas que caminan invadiendo la sombra de raíces.
jacales y bohios limosneros que intentan vagamente ser aldeas, con raigones en tierras que son suyas y recelos de canes arrojados.
Pero llega el 24 de diciembre y nada encuentra debajo de la cama el hijo desnutrido del trabajador, del hombre honrado que está aumentando con su ruda faena los bienes del amo que lo explota. Desolación y llanto. La madre enferma. Torturado el padre.
Risas infantiles en el vecindario. Palmoteos. Acude el niño pobre al són de una corneta. La que vió en la vitrina. Es la casa del que ha podido hacer una fortuna.
Allí también están la espada, el tren, el aeroplano!
En tu entraña, piquetas y explosiones dan a luz en lo oscuro nuevos rios, puestos al sol por hombres expropiados a tu matriz herida y desangrada.
Oigo un clamor de pumas y caimanes, de idiomas dominados a cuchillo, de pieles negras atemorizadas, entre un sordo rencor que se unifica.
Ellos son, deben ser, y no los otros, los que arañen sus manos en tus grietas, los que tenaz descuelguen su desvelo en tus ocultas venas sacudidas.
Despierta, de improviso, en esa hora que el terremoto verde de tus bosques a tientas reconstruye con sonidos los escombros nocturnos de sus ramas.
Desde pequeño persigue la injusticia social al que nació sin heredad. Desde pequeño sufre y llora y se atormenta el hijo del proletario. Desde pequeño es victima de las minorías que festejan el nacimiento de Jesús bailando en cabarets de lujo, tirando el dinero a manos llenas, en tanto carecen de lo estricto quienes todo lo producen en la fábrica, en el campo, en el taller, en la oficina.
Tú no eres un cadáver extendido de mar a mar, velado por palmeras.
Tú estás de pie, la sangre te circula, pero entre dos orillas de fusiles.
Despiertate, y de un salto reconquista tu subterránea sangre de petróleo, brazos de plata, pies de oro macizos, que tu existencia propia vivifiquen.
Ni siquiera eres dueña de tus noches, insultada en los bares y cantinas, noches con ojos indios impasibles por los que pasan flechas vengadoras.
Va a sonar, va a sonar, yo quiero verlo, quiero oirlo, tocarlo, ser su impulso, ese sacudimiento que destruya la intervención armada de los dólares.
Navidad. Año Nuevo. Cristo en pañales, José y María. La miseria del pesebre.
Injusticia. Crueldad. Riqueza. Pobreza. Alegría. Dolor. Tortura mental. Pero, sobre todo, tortura inenarrable del corazón.
Yo he visto Panamá desde las nubes como albos continentes viajeros, de norte a sur y comprobando el Istmo sobre una larga zona de uniformes; Las estrellas verdad se confabulen con tu robado mar, la tierra, el viento, contra esas trece bandas corrompidas y esa Company Bank de estrellas falsas.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.