2 LIBERACION LIBERACION ¡Y cuántos, que sí merecían el más grande respeto y la paz de los justos porque se enfrentaron al crimen, fueron cayendo una tras otro, luchando en pleno desamparo con su propio espíritu!
Había que ver a estos valientes en el destierro, a estos inadaptables, lejos de la patria, lejos del hogar, bajo el azote de la miseria, del abandono, de la fatalidad que siempre ha de cebarse en los que tienen fortaleza de ánimo para no hundirse en el cieno ni ser cómplices de la ignominia.
Tomarán el poder Ubicos y. Batistas, después de un Estrada Cabrera o de un Machado.
Nada importa.
Les llegará también su hora.
La hora de fusilar traidores.
La hora de la sanción revolucionaria que no sabe de complacencias ni de perdón a quien merece pena.
La hora de linchar esbirros.
La hora de expropiar ladrones.
La hora en que se castiga sin merced a los miserables que no tuvieron misericordia mientras fueron los amos.
Apenas comienza en Venezuela el acto final de la tragedia gomecista!
Lo mismo sucedió con Sánchez Cerro, el sanguinario fusilador de apristas.
En urna de cristal iluminada por cuatro cirios benditos, como la santa eucaristía, mostrábase al público su corazón embalsamado. el heroico joven, el decidido adolescente que en certero proyectil trocó su idea de librar al Perú del déspota feroz, era llevado entretanto al cementerio en el carretón humilde de los presidiarios. Duelo nacional en Costa Rica por la muerte del sátrapa venezolano. Acaso no explica todo esto la corrupción de Hispano América. Pues no ve la juventud el fácil triunfo cotidiano de los más grandes bribones. Pues no asiste al fracaso rotundo de los que viven una ética superior. Licenciados, doctores, hombres cultos, diplomáticos, convertidos en instrumento infame de macheteros galonados. Intelectuales de alto vuelo, poetas de inspirada musa, al servicio de la iniquidad por un mendrugo. aun gentes de otras latitudes dejándose condecorar, con mengua de Bolívar y de Sucre, por los agentes de los Juanes Gómez y de los Leguías!
TEXTO DE UN DECRETO IGNOMINIOSO Por cuanto el Gobierno ha recibido la infausta noticia oficial del fallecimiento del Excelentisimo señor Benemérito General don Juan Vicente Gómez, Presidente de los Estados Unidos de Venezuela, EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA Decreta: Advierten tanta inmundicia las nuevas generaciones.
Tanta inmundicia que viene a ser título de honra en estos medios amorales. toman entonces los que van creciendo el camino de los hombres prácticos que no pasan dificultades.
Que se enriquecen.
Que dominan.
Que son motivo de acatamiento y reverencia.
Que gozan de regalado yantar y de suave y tibio lecho. Ese tibio lecho en donde son dueños hasta del frágil honor de las mujeres!
Que a partir de mañana y durante tres días consecutivos, permanezca el Pabellón Nacional izado a media asta y enlutado en los edificios públicos, como sincero testimonio de sentida condolencia del Gobierno y el Pueblo de Costa Rica al Gobierno y al Pueblo de Venezuela, por la muerte de tan ilustre Mandatario.
Dado en la Casa Presidencial, en San José, a los diez y ocho días del mes de diciembre de mil novecientos treinta y cinco.
RICARDO JIMENEZ.
El Secretario de Estado en el Despacho de Relaciones Exteriores, Raúl Gurdsán.
Así está nuestra república modelo. bajo la tercera y última presidencia del señor licenciado en leyes que nos gobierna. Pero llega el día trágico de las reivindicaciones allí donde hay sátrapas y mercenarios.
Podrá surgir de momento un sér anónimo.
Pretenderá detener el caos un señor general López Contreras.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.