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Lo fatal para estos pueblos es el vasallaje de sus gobernantes Por JUAN DEL CAMINO Apartado 318 Teléfono 906 Especial para Liberación Cable: ANTONIOS Oficinas en Paris y Nueva York las órdenes de todos los visitantes en PANAMA, HOJAS DE AFEITAR CABRERA Este año de 1935 deja a Costa Rica dos contrataciones funestas: la que entrega sus aguas del Pacífico y la que convierte el resto de su territorio en posesión de la Good Year. Las aguas son para el yanqui. El suelo es también para el yanqui. Ambos negocios estaban ya muertos en el Congreso. Parecían cosa indiferente. En verdad no llegaban apadrinados por grandes personajes de la política nuestra. La Kabilidad del yanqui fué esa. Los trajo y los metió en la discusión congresil sin que acudiera a los métodos de exaltación escandalosa que son usuales en el yanqui que quiere concesiones. Los diputados dieron muerte a esos contratos introduciendo restricciones que juzgaron prudentes para lograr algún pequeño provecho para la nación.
Los yanquis salieron entonces de la aparente indiferencia. Movieron los resortes del triunfo. Fué entonces que el gobernante actual de Costa Rica dirigió en persona los negocios de los yanquis.
Este gobernante de por acá es hábil para servir a las organizaciones yanquis. Es un experto y cuando coge un negocio lo triunfa. La concesión de aguas para la pesca del atún fué modificada en una forma que el yanqui no la aceptó. cuando dijo no acepto, el gobernante nuestro prometió. No sabemos a quién prometió, pero los hechos dicen que fué a alguien de gran fuerza porque salió a los periódicos a ultrajar al Congreso, en un tono tan destemplado, que sólo la influencia de un poder muy grande pudo haberlo vuelto iracundo. No tenía número de diputados el yanqui para hacer ley su desgraciado contrato de aguas. Es más, la gran mayoría de diputados había adversado el negocio en términos condenatorios. Pues cuando el gobernante les salió al paso y les dijo que debían aprobar el contrato como el yanqui lo pedía, hubo sumisión y mayoría sobrante.
Con el contrato para la siembra del caucho pasó lo mismo. Indiferencia primero por parte de la Good Year. Silencio del gobernante. Introdución de modificaciones por los diputados.
Sale una contratación en la cual el Congreso juzgó que tenía facultades para legislar. Algún diputado encontró que faltaba la cláusula que prohibia a la Good Year en caso de dificultades acudir a la via diplomática. Es introducida la cláusula y pasa el texto, modificado, al gobernante.
La Good Year sale entonces de su indiferencia y aprovecha la lección que le dejó la concesión de aguas para la pesca del atún. Convierte al propio gobernante en su abogado. Acude de seguro al mismo poder que inclinó en favor del yanqui del atún la voluntad del gobernante. habla y dice que no podrá aceptar el contrato como quiere el Congreso. puntualiza para que el gobernante entienda lo que debe ordenar al Congreso que elimine. Se queja, entre otras cosas, de la cláusula que le impide acudir al Departamento de Estado cuando se crea ofendido por Costa Rica. Argumenta que es un derecho del cual no puede desprenderse. El gobernante entonces toma los mismos aires de abogado y truena contra las cláusulas JOSE CABRERA, PROPIETARIO SOUPLEX Almacén de víveres Groceries Store Abarrotes y Conservas de todas clases las únicas que dan satisfacción. Pídalas en tiendas, pulperías y boticas de todo el país.
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