12 LIBERACION LIBERACION 13 La Internacional Socialista Latinoamericana Por RIVERA REYES Presidente del Partido panameno Acción Obrera y Agraria Especial para Liberación rán, como credenciales de trabajo, los artículos llenos de fechas y datos del otro historiador, que ya es académico. Falta sobre falta, porque la historia no puede ser la narración ordenada de los acontecimientos importantes acaecidos en época determinada. El hecho no se produce por generación espontánea, sino como resultado de la oscura trama que teje la mano de las relaciones económicas de la humanidad.
Relatar el evento, arrancándolo del contorno que lo enmarca, equivale a adulterar su intimidad.
No vale la excusa de que 33 años de vida independiente no han dado tiempo de estudiarnos, pues una nueva organización política no supone iniciar la vida toda como agrupación humana. Precisamente la Independencia de la cual se hace nacer una nueva era para Panamá es un hecho que ya reclama su historiador; y los actores y testigos del acto novembrino faltaron al deber, disimulando la responsabilidad y aturdiendo a la audiencia con el ruido estridente de los bombos mutuos.
Quizá estos hechos expliquen el matiz irónico, que algunos interpretan como irreverente, con que están salpicadas las discusiones en que intervienen los representantes de una ideología agonizante, salidos casi todos de las filas de la pasada generación, y hombres de pensamiento nuevo. la concepción diferente de un problema determinado, se une la consciencia de que ninguna deuda intelectual los ata a su contrincante. Los panameños nuevos se han acercado al cofre en que suponían guardado el tesoro que los anteriores habían venido acumulando, y lo han encontrado vacio. Menos afortunados que los hombres de otras latitudes, deben seguir, para conocerse, un curiosísimo procedimiento. José Carlos Mariátegui en sus Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana enfoca la vida del país mirándola a través de su ideología; pero el estudio tiene como base los estudios de otros peruanos eminentes de distinto pensaminto. No trata él de anular, sino de explicar y de construir.
Formula preguntas, le chocan las respuestas y entonces la pupila sorbe el cuadro que pintaron los antecesores para enunciar soluciones. Los panameños, en cambio, deben ir de lo complejo a lo simple. Asomarse a la intimidad, ya escrudriñada, de otras naciones e inferir, porque la vida es igual para casi todas las del continente americano, nuestra inexplorada intimidad.
No es la nueva una generación identificada por el sentimiento negativo de irreverencia por las anteriores. La une la seguridad de tareas urgentes, sentido de responsabilidad y certeza de que la tarea es doble, por la intensidad de sus críticas y la magnitud de la obra no realizada. Vale mucho, pues, como promesa y esperanza. le salva la seguridad, ya entrevista, de que no será sólo promesa y esperanza.
La crítica más fundada y efectiva que se hace a los predicadores de las doctrinas socialistas puras en nuestra América Latina, es que abrazan y difunden un evangelio informado por ideas extrañas al medio ambiente y ajenas, por lo tanto, a la realidad social contemplada; ideas importadas de otros centros y de otros pueblos, que han vivido sometidos a regimenes fundamentalmente distintos a nuestras democracias, donde los problemas que se han presentado no pueden ser resueltos con fórmulas exóticas, creadas para liquidar situaciones distintas a la nuestra.
Hay que reconocer honradamente que esta critica descansa en la lógica. Obstinarse en la aplicación de esas normas, es hacerse merecedor del calificativo de simpatizante snobista cuya sola ejecutoria es la terquedad infructuosa.
Tiene que admitirse sin reservas que la América Latina no es campo propicio para el cultivo de las doctrinas socialistas radicales.
Como consecuencia de esta verdad, queda admitido que el Comunismo integral es planta inadaptable en los climas latinoamericanos, que lo repudian por idiosincrasia, por intuición, por sentimiento. De aquí que el Comunismo en América presente el aspecto desmirriado que le és peculiar en todas partes. No es posible pasar por alto el hecho matriz de que Marx analizó y quiso remediar la situación de las clases trabajadoras reinante en 1847 en los países de Europa.
Las organizaciones socialistas nuestras, aunque no han alcanzado un desarrollo siquiera mediano, están alimentándose ahora de fuertes corrientes favorables, debido precisamente a las modificaciones racionales que se han venido operando en las doctrinas originales, por las cuales se han adoptado las fórmulas adaptables a nuestro medio ambiente, se han reformado otras y se han desechado las que condena la conciencia de las masas, aunque se trate de normas que hayan merecido himnos de loa de parte de los predicadores radicalistas.
Ejemplos tangibles de este procedimiento de sensatez nos lo ofrecen el Partido Nacional Revolucionario de México y la Alianza Popular Revolucionaria Americana.
Sentadas las premisas anteriores, se puede comprender sin esfuerzo toda la importancia que tiene la idea lanzada en Panamá por el escritor Vicente Sáenz Secretario General del Partido Socialista Costarricense y Director de la revista LIBERACION; catedrático de la Universiad Gabino Barreda de Méjico y autor, entre otras, de la comentada obra Rompiendo Cadenas de constituir una Internacional Socialista Latinoamericana. Es un plan luminoso, genial.
Nuestras nacionalidades confrontan los mismos problemas; se agitan por idénticas inquietudes; las amenazan peligros comunes. Iguales son su origen, su raza, su lengua, su historia, su civilización, sus sentimientos y anhelos, y uno es su glorioso Panamá, noviembre de 1935.
Villanueva Tejeira Cía. Ltda.
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