CommunismCommunist PartyIndividualismLiberalismMarxismSocialismSocialist PartyVicente SáenzWorking Class

52 LIBERACION LIBERACION Una nueva víctima en las fauces de Ubico que han hecho al llegar a la presidencia, a pesar de su carencia de respaldo ideológico, labor digna de encomio, tales como don Braulio Carrillo, Juan Rafael Mora, Tomás Guardia, Próspero Fernández y Rafael Yglesias. Debe mencionarse también a don Alfredo González Flores, llegado al poder por un acto casi de prestidigitación. Mas, por tratarse precisamente de un acto inesperado, las masas no tuvieron preparación para comprender los proyectos de González Flores, cuya reciente actitud al no aceptar la candidatura está perfectamente justificada.
En los últimos años el Partido Comunista ha empezado a trabajar en terreno tico. Su historia comienza con la aparición en Costa Rica del joven estudiante cubano Jorge Vivó, quien fué el que puso las bases del partido y comenzó a organizar a los gremios de trabajadores. Este grupo radical no cuenta con apoyo económico del exterior: vive de las cotizaciones que en el país le proporcionan sus miembros y simpatizadores, habiendo logrado reunir en sus filas a millares de hombres y de mujeres. En momentos electorales cuenta con más votos privados que de los partidarios con carnet en el bolsillo.
Los comunistas de aquí se basan fundamentalmente en la teoría marxistaleninista, la que si no se hubiera implantado en Rusia sería a estas horas un mito irrealizable, por predicar la revolución económica y la reivindicación de la humanidad a través de la dictadura del proletariado. Por eso está atrayendo a los de abajo, y se hará sentir cada vez con mayor fuerza, por lo menos en el aspecto político, pues los jefes del partido bien saben, o debieran saberlo, que no es posible alterar radicalmente la organización económica capitalista sin disponer de la fuerza militar y sin que aquella transformación se efectúe primero en los Estados Unidos de América, para que pueda reflejarse automáticamente en los pueblos latinoamericanos, cuya economía semifeudal depende en casi todos ellos de la mencionada potencia capitalista.
El actual Presidente de Costa Rica, quien responde con fidelidad al sistema republicano y hasta cierto punto a las prácticas liberales, puede considerarse como un standard president de este régimen. Pero su liberalismo clásico ya pasó de moda, como la chistera de Lincoln y los puños y los cuellos engomados de nuestros abuelos. Sería difícil esperar que un hombre de su edad y de su ideologia pudiera comprender la situación del mundo después de la guerra europea.
Ya que me dispongo a cerrar estas líneas se presenta en la arena política el Partido Socialista; y al frente de la nueva agrupación aparece el escritor antiimperialista y profesor universitario don Vicente Sáenz, cuyo prestigio y cuya reputación en su vida de lucha por altos ideales no se puede tachar. Posee Vicente Sáenz, para poder guiar al soeialismo costarricense, las siguientes virtudes: honradez, sinceridad, conocimientos profundos de la doctrina socialista, valentía, y una gran serenidad: es inconmovible ante los ataques, los que contesta categoricamente, no permitiendo que se discutan asuntos de indole personal en las asambleas ni en las publicaciones del partido.
En las pocas semanas que tiene de existencia ese movimiento, cuenta ya en sus filas con centenares de trabajadores manuales e intelectuales, pudiendo predecirse que bajo la dirección del señor Sáenz militan elementos valiosísimos y que la ideologia socialista dominará en el pais, como muy pocas veces se habrá visto en la historia política de la República.
Auguro más. Que el Partido Comunista y el Partido Socialista, radical uno y moderado el otro, serán los que lleven la voz cantante en la resolución de los problemas nacionales, y serán en fecha no lejana los únicos dos partidos que por no ser personalistas aportarán a las urnas electorales el mayor contingente de votos. Ya era tiempo de que el país despertara de la farsa política individualista de los partidos sin programa hasta ahora existentes!
Hace pocas semanas entregaron las autoridades costarricenses a la Guardia Nacional de Nicaragua, para que con sus ametralladoras diera buena cuenta de él, a un ciudadano de ese país que fue asesinado pocos metros más allá de nuestra frontera Norte. El Presidente Jiménez arguyó que se trataba de un expresidiario Días después se les negó la entrada en Costa Rica al poeta Rafael Alberti y a la escritora María Teresa León. El mandatario Jiménez tuvo a bien explicar que procedió en esa forma para que aquellos dos altos valores intelectuales de la España nueva no quedasen debiendo en los hoteles. cuando todavia comenta el público disposiciones tan deshonrosas para nuestra patria, ordena el licenciado Jiménez Oreamuno que un joven adolescente, de veintiún años, Antonio Garcia Ariza, se ponga en las garras del jefe de un cuerpo de esbirros de Guatemala, quien vino expresamente a llevarse al prisionero.
En avión se hizo el viaje. Con esposas en las manos fué conducido el estudiante a su tierra nativa, no importa que nuestro Supremo Tribunal de Justicia lo tuviese amparado. Se le acusó de haber vendido derechos de una propiedad que era de su hermana. Su hermana reintegró fraternalmente el dinero al comprador. Pero a pesar de todo el joven guatemalteco, con lujo de fuerza como ya explicamos, fué llevado a las fauces del sangriento tirano de la tierra del quetzal, tan empeñado como nuestro Presidente en poner fin a ciertos o a imaginarios crímenes menores.
Todo esto es conmovedor. La honradez del llamado general Ubico, la honradez de quienes lo rodean, la honradez de sus esbirros y la cooperación que nuestro probo don Ricardo les está prestando. Bastantes delitos tienen aquí que perseguirse, y a grandes bribones habría que castigar en Guatemala, para que los gobiernos de acá y de allá pudiesen respaldar su actitud contra este adolescente infortunado!
Si no palpásemos la indignación que este atentado ha producido en todos los sectores políticos y sociales de nuestra patria; si no supiéramos, los que nos preocupamos por estas cuestiones, de la heroica labor que hace en el destierro un grupo de guatemaltecos contra la satrapia que los humilla; si no tuviésemos certeza de lo que sufren los rebeldes venezolanos y los nicaragüenses dignos, estariamos tentados de exclamar que estos países tienen, por no quitárselos de encima, a los gobernantes que merecen: Venezuela, al señor general don Juan Vicente Gómez.
Nicaragua, a moncadas, chamorros, sacasas y somozas.
Guatemala, al señor general don Jorge Ubico.
Costa Rica, al señor licenciado don Ricardo Jiménez.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.