60 LIBERACION LIBERACION 61 vación de las conquistas culturales, de las obras de arte, de las valiosas reliquias que constituyen el preciado acervo de los países civilizados.
cialista de apropiación y distribución de la riqueza, haciendo uso de la técnica cientifica para beneficio de todos y no solamente de los escogidos, hará que pasemos de Ja miseria a la prosperidad, se construirán casas higiénicas, ferrocarriles y caminos, aumentarán las escuelas, se difundirá la cultura, repercutirá pues el mejoramiento económico de la sociedad en la dignificación del hombre, en todas sus manifestaciones políticas, morales y religiosas.
Si en tesis general lo expuesto es la verdad de nuestra América; si por otra parte el andrajo, la miseria, el chile, la tortilla, las enfermedades por mala nutrición, la inmunda choza, la mortalidad infantil constituyen el cuadro doloroso en que se agitan casi todos los trabajadores del campo y de la mina en nuestras flamantes repúblicas; si los obreros intelectuales y manuales de la ciudad llevan también vida precaria; si el proletariado, en suma, allí donde no ha podido organizarse sigue siendo víctima de la burguesía doméstica; y si además como quedó dicho en las primeras páginas de esta exposición por el succionamiento a que diariamente nos somete el capital industrial y financiero, por presión imperialista, por interdependencia económica hemos sido arrastrados al torbellino desquiciador que conmueve al mundo contemporáneo, se observa entonces que aun sin escalar el plano del capitalismo integral, traídos intempestivamente del medioevo a la época moderna, tenemos que confrontar los mismos problemas, la misma pavorosa crisis en que se debaten las naciones intensamente industrializadas.
No tratemos de engañarnos los latinoamericanos con el espejismo de las minorías selectas. Tengamos el valor de confesar que la descrita es la verdadera situación en que nos encontramos, con matices, con tonalidades variables, más o menos fuertes de uno a otro país, de la Argentina a Venezuela, del Uruguay a Guatemala o a Bolivia, de Costa Rica a Honduras, al Ecuador, a la República Dominicana. con una clara noción de lo que fuimos, de lo que somos, de lo que debiéramos ser, de lo que significan y representan en este momento histórico las reivindicaciones colectivas, aceptemos que el hondo problema que tiene ante si la América Latina, que lo ha tenido en tantos años, sólo se podrá resolver transformando desde sus raíces el actual régimen injusto de propiedad y explotación de las masas trabajadoras.
Veamos con los ojos muy abiertos que en nuestro caso, como en el de las naciones de economia desarrollada, existe una antinomia semejante entre el modo comunista de producción y el modo individualista de apropiación de la riqueza creada por el cerebro o por el músculo. que a esa antitesis débese el desquiciamiento. que en tales condiciones cuantas reformas se hagan en la superestructura no conducirán a nada estable. Porque con simples reformas superestructurales van a continuar las mayorías a merced de los privilegiados, y éstos y aquéllas, los gobiernos inclusive, bajo el dominio creciente de insaciables corporaciones extranjeras que son las que mandan y ordenan en vastas regiones del continente latinoamericano. lo básico, a lo fundamental debemos ir. Habremos iniciado la urgente transformación totalitaria de nuestra economía cuando México, proveedor del cincuenta por ciento de la producción metálica mundial. oro, plata, cobre, plomo, zinc, mercurio, grafito, antimonio, aproveche, socializándolas, sus enormes riquezas, mediante una interpretación radical, efectiva, profundamente revolucionaria de su ley del subsuelo. Cuando su petróleo y el petróleo del Perú, de Venezuela, de Colombia, de Bolivia; cuando las maderas preciosas y los bananos de Centro América y de las Antillas; cuando el azúcar de Cuba, la plata de Honduras, el salitre y el cobre de Chile; cuando todos los productos que en cantidades fabulosas se extraen de nuestro territorio sean para México, para Colombia, para Bolivia, para Centro América, para Cuba, para Chile, para la comunidad latinoamericana, y no vayan a engrosar los caudales del explotador doméstico ni vayan a multiplicar los millones del magnate de Londres o de Nueva York. 2 Transformación de esta índole, fundamentalmente económica, infraestructural, sobre base de conjuntos, enfrentada al individualismo en derrota del siglo dieciocho; transformación capaz de equilibrar el modo colectivo de producción y el modo soNo entenderlo asi equivale a negar la realidad. Acaso han servido de algo los motines, los cuartelazos, las asonadas militares, las sangrientas matanzas a que han sido llevados criminalmente nuestros pueblos por los ambiciosos del poder? Simples movimientos partidaristas sin trascendencia para las masas; luchas de intereses por completo ajenas a las condiciones de vida de los trabajadores, arrastrados engañosamente a estéril sacrificio, la infraestructura permanece todavía inmutable a pesar de la sangre que en tantas ocasiones creyeron derramar por noble causa. Igual desamparo, igual retraso, el mismo abandono, la misma explotación, reflejándose forzosamente en la superestructura social.
Quiere decir que los llamados revolucionarios latinoamericanos no han hecho la revolución, que apenas se está iniciando en México, sino muchas asonadas de mira personal o con desembocadura el presupuesto. Por eso cayeron en el siglo pasado y caen actualmente en esta América revoltosa el sargentón, el tirano, el traidor o el mediocre, para dejar el gobierno en las manos de otros salvapatrias iguales o peores que el caído. Hubiera resultado extraordinario, dentro de la tesis del determinismo económico, que disfrutásemos de sistemas estatales más elevados.
Pero la ciencia no se equivoca. como parece venir en auxilio de la doctrina que sostengo, caigo de nuevo en la repetición de citas y de nombres que confirman plenamente lo afirmado en el párrafo anterior. Tras de Garcia Moreno, fanático incurable, Borreros y Veintemillas. Después del indio Carrera, apoyado en Guatemala por mitras y tonsuras, el rabioso jacobino y dictador liberal Justo Rufino Barrios, quien pretendió acabar con la religión y de paso con sus enemigos a fuerza de prisiones y de azotes. Sobre Cipriano Castro, Juan Vicente Gómez. Sánchez Cerro en el sitial del benemérito Leguía. Herederos de Estrada Cabrera, con todas las de ley, sus humildes servidores José María Orellana y Jorge Ubico. En lugar de Machado, sin Enmienda Platt que no hace falta, Batistas y Mendietas. Trujillo a caballo, belicoso el gesto, marcial el atavío, atropellando a Vázquez en traje de civil. para no hacer interminable esta reseña, Diaz, Chamorros, Moncadas, Sacasas, hasta el torvo general que con la venia de Washington asesinó a Sandino, ocupados en la salvación de Nicaragua que ni Zelaya, por lo visto, pudo realizar, no obstante las famosas torturas que aplicaba. Habrá quien niegue estos hechos contundentes? así en lo que se refiere al aspecto moral. Vale algo entre nosotros la integridad de los hombres. No son por ventura festejados, y no disfrutan de honores y de prebendas los que en ambientes de un alto plano ético serían motivo de constante repulsión?
Sin entrar en detalles que pudieran herir la recatada pudibundez de los santos varones que se asustan de las palabras, a pesar de los hechos, bastan unas pocas pinceladas en tela menos propicia al escándalo, para robustecer la concepción determinista de que la moral latinoamericana corresponde su infraestructura retrasada. Doctores, funcionarios, licenciados, maestros de educación cívica, hombres culEste documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.