LIBERACION 12 LIBERACION El deber de ser libre Por VICENTE LOMBARDO TOLEDANO tersible dignidad, y que sin esa dignidad ningún oficio es respetable. desarrollarles la mente y enseñarles a ver claro el problema y a resolverse a estediarlo cor todos sus empeños para el hallazgo de la mejor solución. Enseñarles que el carpintero no está sólo para cortar la tabla y armar la techumbre por un jornal pasajero que le cancela sus afanes, sino, y de un modo preferente, para hacerse sentir en el anhelo de mejoramiento social de que todos somos responsables. que cuando en ei camino de su oficio encuentre la ocasión de servir a una causa buena, a un movimiento interés colectivo, tranqila o heroicamente, tenga la grandeza necesaria para usar esa ocasión. Enseñarle el valor de su oficio por la excelencia con que lo viva, para que no tenga que renunciar a su altivez por el miedo de que lo echen de su sitio si llega la hora de cerrarle el paso a una sombra maldecible. Enseñarle el encanto de morder una piedra para despistar el hambre, antes que hartarse de panes manchados que le corrompan la sangre. a las mujeres, prepararlas para su ministerio de mujeres. Aquí las estamos preparando para un ministerio neutro: bachilleres, maestras, contadoras, lo que sea, con fines utilitarios ocasionales, desconectadas de su posición ETERNA GRAVE de mujeres, formadoras y sostenedoras del hogar, CREADORAS, como no lo puede ser el hombre. Es preciso que la mujer sepa en toda hora que es mujer: y que por tal rango, no está en el mundo para sólo recibir mentidos homenajes de pasajeras ilusiones, ni para disfrutar de holguras y lucir oro y seda y pedreria que se compran en los mercados a un precio material sin valor verdadero, sino para hacer patria, para formar hombres fuertes y sanos. La educación de la mujer es esencialmente delicada, y sobre ella pesa, en esta hora grave, la mayor parte de la responsabildad de lo que hoy es la nación: la mujer debe educarse sin vacılaciones dentro del marco de la maternidad que es su invariable Oriente. hágase de la mujer, por las normas de una educación justa, la mujer de su casa. Mujer de su casa, es todo un programa de educación femenina largo tiempo esperado en el pais. Aqui no se comprende todo lo que eso quiere decir.
Hasta lo toman a mal aquellos que creen que la mujer debe salirse de su casa para que realice con el mayor número de probabilidades, un matrimonio que la ponga en holgura: es decir, un matrimonio con características de comercio, y no con las de función social la más alta, en divorcio absoluto de todo principio de Eugenesia que respalde la vida de sus hijos y enaitezca su aporte a la grandeza del pais. La educación debe oponer sus normas al insperio de tal error social por cuya influencia la mujer renuncia su rango de Diosa a cambio del goce plebeyo de riquezas deleznables que muchas veces, que la mayoría de las veces, sólo alcanzan a ser en su vida mortificante sabor de acibar que le mata la dicha de vivir con hon.
ra y con gloria ciertas. Todo cuanto tienda a dar a la mujer capacidades y posibilidades que le permitan llenar su papel social, digamente, debe convertirse en preocupaciór. carcinal de aquellos que amen de veras a su patria. El valor de la patria reside en el valor de sus mujeres: de ellas, de su virtud, de su excelsitud, de su valor indomable, están formadas como el hijo de la sangre y del alma de la madre la virtud, la excelsitud y el valor de la nación.
La libertad consiste en obrar de acuerdo con el querer; pero si el querer proviene de hechos, de fuerzas o de seres a los que hay que agradar, temer o guardar obediencia, el querer no es propio, es voluntad refleja, es efecto y no causa, es querer lo que otro quiere, es moverse dentro de un mundo ajeno, en el que sólo somos huéspedes.
La vida libre no llama a nadie en su auxilio: se alimenta a sí misma, y en vez de proyectar el mundo sobre ella, ella es la que se proyecta sobre el mundo. La vida autónoma produce, la vida sin libertad es producida. La libertad es principio, la sujeción es medio o es fin. Ha alcanzado el hombre su libertad?
La historia es el relato de la lucha del hombre por ser libre, lo que quiere decir que nació esclavo. Esclavo del medio en que surgió, lleno de peligros y de misterios, y esclavo también de su conciencia, cámara obscura iluminada por visiones fantásticas, sin más relación entre si que la frecuencia, como los relámpagos en una noche tempestuosa. Si el hombre hubiera nacido con la noción de la verdad, como afirmaba Sócrates, el problema del conocimiento se reduciría a extraer del espíritu las nociones ocultas del bien, de la justicia, de la belleza, de lo cierto y de lo faiso, limpiándolas con el raciocinio de sus impurezas como se lava la arena en los placeres para obtener el oro puro. Pero la verdad no es ingénita en el hombre: nació éste débil, ignorante y medroso, y en el curso de los siglos su esfuerzo ha consistido en aumentar su poder sobre el medio físico y en desvanecer las sombras que envolvieron desde su origen su conciencia embrionaria.
La razón aplicada a la naturaleza creó la industria: la fuerza del hombre es hoy Ja suma de las fuerzas del mundo puesta a su servicio. La razón aplicada a la conciencia creó la libertad, el poder del hombre sobre sí mismo. Pero ésta es una conquista de la especie humana, del hombre como ser distinto entre los seres vivos; entre el hombre prehistórico y los monos superiores apenas había diferencia apreciable; entre el hombre contemporáneo y los simios hay casi un abismo; el hombre genéricamente considerado ha progresado sin interrupción, incorporando parte del mundo en su vida fisica e incorporando su conducta en el devenir del universo, siendo consciente del progreso necesario de todo lo que existe.
Pero la libertad individual no es todavía un atributo de cada hombre, de cada miembro de la comunidad humana: han sido hasta hoy las minorías las que han descubierto las relaciones de las cosas entre sí y las relaciones del hombre con el mundo, y las que han convertido en servicio público parte de esos hallazgos; la especie, en este sentido, es superior a la mayoría de sus miembros aislados. Entre muchos de éstos se refugia con fuerza el pasado remoto: la caverna espiritual con la que el hombre surgió sobre la tierra y que llenó de explicaciones falsas a falta de conocimientos Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.