6 LIBERACION LIBERACION Nueva política nacional Por ABELARDO BONILLA a trabajar en otro plano. Mientras no haya quien lo organice económica e ideológicamente iremos cada día perdiendo conquistas, o mejor dicho, nos irán conquistando los listos que han arrimado sus intereses a los de las fuerzas poderosas que necesitan de ellos para volvernos factoría. Siempre nos han alabado nuestra libertad de expresión. Ha corrido la leyenda de que en Costa Rica puede el que tenga limpia su alma de desvergüenzas decir todas las verdades en orden de combate que organice su espíritu recio. Pero ya vemos que ha bastado que las organizaciones extranjeras que saben escoger sus servidores en estos países hayan logrado situar en funciones altas a esos servidores, para que la leyenda vaya desvaneciéndose.
Se imponen leyes para amordazar y todo es delito para la voluntad del mentecato que las concibe.
Los diarios no chistan cuando se escuchan los garrotazos contra la libertad de expresión. es que esos diarios en realidad no necesitan la libertad plena. Usan la que les entreguen. Como han enraizado en suelos de cálculo y comodidad lo que de allí chupan no les da energia para ninguna obra de creación.
Pero en la casi imposibilidad del diario al servicio de la libertad, el mensuario ayuda a que el desastre no nos suma inmediatamente en el estado de factoria.
Porque lo horrible de la falta de prensa es que las fuerzas imperialistas nos están aplastando. Nuestra ignorancia o nuestra maldad nos han hecho creer que sólo es imperialismo lo que vomitan directamente los Gobiernos de las naciones que moldean imperios. La organización aérea no es imperialista porque el Secretario de Estado yanqui no es su presidente. Tampoco lo es la organización eléctrica, ni la frutera, ni la pesquera. Hay cálculo o chatura, para desconocer la vinculación real. esas fuerzas de conquista viven y crecen lozanas precisamente matando en los países los periódicos que tienen como fin combatirlas y denunciarlas fuertemente y sin descanso. Todas obedecen a un plan de conquista impulsado por los Gobiernos imperialistas, Lo deseable ahora que usted ha podido dar el primer número de este mensuario es hacerlo privar y continuar acentuando cada día más su espíritu de lucha. Es lucha fuerte, lucha incesante lo que salva a los pueblos. En Costa Rica lo ha comprendido así el semanario de los comunistas. No hay número sin pelea. Es el camino para contener al pícaro organizado que vive entregando al vasallaje a los paises. Los comunistas de aquí vigilan y caen implacables sobre la pillería y el pillo.
Si ese espíritu de vigilancia y de lucha apareciera en otras gentes que quisieran trabajar por la libertad de este país, las cosas serían muy diferentes.
Hablo a usted de lucha, Vicente Sáenz, porque de luchar con inteligencia y probidad ha vivido aquí y fuera de aquí. Si sólo un número lograra de la publicación que ha concebido como manera de darle sentido a su permanencia en Costa Rica, estoy seguro de que en sus páginas quedará buen ejemplo para aquellas generaciones que quieran vivir y no vegetar. Pero en donde estarán esas generaciones!
Se ha hablado mucho de la inacción de nuestro pueblo, de nuestra indolencia, de nuestro modo de ser quieto y sufrido, de la necesidad de una reacción. Pero, a nuestro juicio, hasta ahora se han tratado estas cosas con un criterio bastante simple, tanto en la enumeración de las causas de este defecto, como en la proposición de remedios o posibilidades. Se ha llegado a decir que Costa Rica necesita una gran sacudida, que necesita sufrir para que se aligeren sus pulsos y se encienda su espiritu. No se ha reflexionado en que, dada nuestra índole y nuestra estructura nacional, una fuerte sacudida no haría otra cosa que desorientarnos; es decir, hacernos perder lo poco bueno que conservamos, sin darnos solución de continuidad posible para marchar por nuevos rumbos desconocidos, porque no es posible improvisar la estructura de un estado ni la idiosincracia de un pueblo.
El problema esencial de Costa Rica es de organización. Es un problema técniCO Salimos del coloniaje como los demás pueblos de la América española, con la diferencia de que contábamos con mayor porcentaje de raza blanca y con una riqueza inferior a la de los demás. En tales condiciones, las fórmulas de la democracia liberal se adaptaron más fácilmente a nuestro pueblo. Hubo, además, el acierto de proscribir el militarismo, que, por desgracia, sustituimos con el leguleyismo, aunque éste bien puede considerarse como mal menor. hemos vivido algo más de un siglo dentro de un molde democrático de sentido patriarcal, que ha llegado más de una vez al desorden, que nos ha permitido vivir probremente, sin fisonomía propia, engreidos en virtudes de muy dudosa realidad. Que nos ha permitido vivir casi tranquilamente hasta hoy, pero nada más que hasta hoy, en que la vida misma, que no nuestro cálculo y previsión. nos impone un ritmo y un rumbo nuevos.
Nos hemos dado cuenta. y ésta es ya una gran conquista que poco a poco va tomando cuerpo en el patrimonio ideológico de la nación, de que nuestra democracia tradicional no responde a las grandes realidades del país. Para algunos constituye una certeza y para muchos un presentimiento, la imposibilidad de que el pais continúe bajo la egida del estado liberal, que es continuar bajo la desorganización, bajo la inacción y bajo la injusticia. no es sólo la realidad del país la que va imponiéndose en este cambio de frente ideológico. Es también la realidad externa; la radical y profunda evolución de todos los sistemas políticos, sociales y económicos en las grandes naciones del mundo; la destrucción universal del dogma democrático liberal; la lucha por una nueva organización y, en pocas palabras, el crisol de experiencias que nos ofrecen todas las naciones, grandes y pequeñas.
La hora de la evolución ha llegado, pues, para nosotros y el cambio se impondrá, sean cuales fueren las fuerzas reaccionarias que traten de estorbarlo. Los sintomas son palpables. La mentalidad primaria nos habla de un hombre fuerte, porque supone que en el hombre y en la fuerza están los remedios del malestar colectivo. La mentalidad más culta habla basada en un concepto superior, se aleja de Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.