Informe sobre el asalto a la casa de León Trotsky, 2 de agosto de 1940. RGASPI, fondo 495, reg. 17, exp. 247.
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"incontrolables” (¿porque solamente "incontrolables?). A mi ver el PCM, o confió muy ciegamente de más en las “deposiciones” publicadas por la policía, el 19 de junio, o verificó rigurosamente que esas “deposiciones” son verdaderas y reales. En el primer caso, pienso que no debemos ser ligeros en tomar posiciones contra nuestros camaradas basados solamente en publicaciones de la policía; aún en México, y en especial en esta hora de vergonzosas capitulaciones de Cárdenas y de la existencia de grandes números de emboscados en el aparato de su gobierno. En el segundo caso, el PCM no debía apenas hacer la declaración del 20 de junio; debíamos haber utilizado el hecho para acusar abiertamente a Luis Mateos de trotskista provocador, metido en las filas del PC, y para dar la alerta al PC y a todos los revolucionarios honrados en contra de los peligros de los emboscados trotskistas existentes en su seno todavía, y sobre la necesidad de descubrirlos y expulsarlos inmediatamente. La posición vacilante, incierta, confusa tomada por el PCM, en sus declaraciones públicas, a mi ver, debilitarán también mucho su defensa contra el bloque reaccionario.
ELEMENTOS SOSPECHOSOS EN LA POLICÍA DE CÁRDENAS Algunos hechos que prueban esa afirmación:
Ante todo, el cambio brusco de la orientación de las "investigaciones" policiales, coincidiendo con el envío de cartas insolentes de protesta e insinuaciones de Judas Trotsky al jefe de la policía y al propio Cárdenas: así como el pasaje de la “investigación” a las manos de otro "técnico policial", muy sospechoso para nosotros.
Hasta el 31 de mayo -hecha de la publicación de la carta de Trotsky, la policía, según sus actos y la “acusación"
abierta del propio Trotsky en su carta, tenía la orientación de