CommunismCommunist PartyURSSUnited FrontWorking Class

Earl Browder, “Informe sobre el Partido Comunista de México” al Sub-Comité del Partido Comunista de Estados Unidos, 5 de mayo de 1937. RGASPI, fondo 495, reg. 108, exp. 197.
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El partido tiene una influencia tremenda. Cuenta con una situación que no existe en ningún otro país del mundo -o sea, en todos los países fuera de la Unión Soviética-. Ustedes cuentan con dos partidos en México: el PNR y el PC. Nuestro partido es el único partido de la clase trabajadora, no con el significado que se le da en otros países –el único partido verdadero-, sino que realmente es el único que existe físicamente. Eso no quiere decir que algunos trabajadores no sean seguidores del PNR. Puede haber tantos seguidores del PNR como de nosotros.
Nuestro partido puede convertirse en un verdadero partido de masas, precisamente a través de relaciones adecuadas con el PNR. Nuestro partido tiene influencia, pero si no me equivoco, nuestro partido todavía no cuenta con un periódico diario.
¿Cómo podemos educar a nuestros propios militantes del partido si no tenemos un periódico de aparición diaria? ¿Cómo podemos dirigir? En mi opinión, el problema del periódico y el de organizar nuestra influencia, está relacionado con el problema de organización que también es parte de la Bolchevización del partido. Ciertamente no hay nada de verdad en la calumnia que escuchamos acerca de que los países latinos son malos organizadores. El partido español está demostrando cómo es que se debe organizar. Si hay un lugar en el mundo en que nuestro partido ejerce influencia, es en España, y seguramente, nuestro partido en México, como nuestros partidos en todas partes, pueden aprender mucho de ellos. La influencia de la que goza el partido español debe funcionar como una fuerza que acelere la Bolchevización de nuestro partido mexicano.
Me tomé la libertad y el tiempo para hablar, aunque sé que hay muchas otras cosas que decir, pero considero a éste como uno de los problemas más importantes no sólo para el partido mexicano, sino también para nuestro partido y su relación con la Cio, y en su relación de frente unido con el Partido español. Hablé aquí con el espíritu de discutir problemas comunes. Estoy seguro de que los camaradas en Mé-