Informe sobre México para el Comintern, 1935. RGASPI, fondo 495, reg. 17, exp. 251.
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el jefe indiscutible de “la revolución hecha Gobierno". Pero ese programa refleja la composición de los círculos superiores del PNR, en cuyo seno luchaban desde hace tiempo dos grupos antagónicos. Por una parte, los millonarios y monopolistas ligados al latifundismo reaccionario y al capital extranjero (los que con Calles a la cabeza, pactaron con el imperialismo en 1927-1928), por otra, los representativos de la débil industria nacional, cuyos intereses son opuestos a los intereses del imperialismo, y que, apoyándose en las masas pequeño-burguesas y trabajadoras, buscaban un jefe y lo encontraron al fin en Cárdenas. Por eso, junto a medidas indiscutiblemente reaccionarias, favorables a las compañías extranjeras y a sus asociados nacionales, encontrados con el “Plan Sexenal” una serie de medidas que tienden a ampliar las reformas de 1917, las dotaciones de tierras y el crédito a los campesinos, a reafirmar los derechos de organización y de huelga del proletariado (y ésta) ha de restringir la explotación del país por el capital extranjero (limitación de concesiones petroleras y mineras, etc.) y a desarrollar algunas ramas de la economía con capital mexicano.
Ahora bien: lo peculiar en la política de Cárdenas es que destacan los lados positivos del “Plan Sexenal” y dejan en la penumbra sus aspectos reaccionarios. En 8 meses, Cárdenas ha entregado a los campesinos cerca de millón y medio de hectáreas de tierra, contra 8 millones de hectáreas entregadas por los gobiernos anteriores en 20 años. A iniciativa de Cárdenas y bajo su dirección se realiza una campaña tendiente a unificar [a] las organizaciones campesinas, se comienza a armar a los campesinos para crear un ejército campesino de reserva contra la reacción.
El Gobierno de Cárdenas ha elevado el impuesto sobre la plata, cuya producción está toda en manos de empresas imperialistas, ha anulado algunas concesiones ilegales de compañías petroleras, ha nacionalizado los seguros, está lull