Discurso de Hernán Laborde en la Convención del Partido Comunista de Estados Unidos, Nueva York, 31 de mayo de 1938. RGASPI, fondo 495, reg. 108, exp. 203.
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mostración de anoche por México, cuando esta noticia fue anunciada aquí. Pero, si Cedillo no ha sido capturado, yo estoy seguro de que lo será. Esperamos que será enjuiciado y entregado después a un pelotón de ejecución.
Y yo quiero decir que la derrota de Cedillo no es solamente una victoria del ejército mexicano, sino que es una victoria de la espléndida unidad del pueblo y del ejército, alrededor de Cárdenas. Es la primera victoria del Frente Popular Mexicano.
Sí, camaradas, Cedillo ha sido o está a punto de ser liquidado. Y también en este sentido, de que [sic] la tierra de sus grandes haciendas de San Luis Potosí han sido entregadas a los campesinos.
Pero el movimiento fascista no ha sido y no será fácilmente aplastado en México. Aún con Cedillo preso y fusilado, la reacción sólo habrá sufrido una derrota momentánea, aunque muy seria.
La lucha en México ha comenzado apenas. Tendremos un periodo más o menos largo de lucha de guerrillas, o más bien, de bandidaje fascista, en sus peores formas: asesinatos de campesinos, trabajadores y maestros, atentados terroristas, voladuras de trenes, incendios, saqueos y venganzas.
Los fascistas tratarán de mantener una situación de alarma. De aumentar las dificultades del gobierno, acentuando los efectos de la crisis económica y utilizándolos para fomentar el descontento de las masas. Tratarán de hacer fracasar la industria de petróleo nacionalizada, por medio del boicot al petróleo mexicano, y esperarán el momento más oportuno para desencadenar una verdadera guerra de agresión contra el gobierno de Cárdenas.
El nazismo de Hitler, los fascistas italianos, los imperialistas japoneses y su alcahuete Chamberlain, esperan la victoria de Franco en España, para poder concentrarse en México. Esperan conquistar España y después México.