Discurso de Hernán Laborde en la Convención del Partido Comunista de Estados Unidos, Nueva York, 31 de mayo de 1938. RGASPI, fondo 495, reg. 108, exp. 203.
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la Royal Dutch), los monopolistas del petróleo comprendieron que sólo un cambio violento en la situación del país les permitiría recuperar sus propiedades.
Por eso, los periódicos financieros de Londres anunciaron abiertamente que “los principales accionistas de la empresa de petróleo El Águila creen que la única posibilidad de obtener justicia en México reside en un movimiento revolucionario (fascista)".
Los capitalistas británicos, apoyados por Chamberlain, y junto con los bandidos de Wall Street, se convirtieron en instigadores directos de la insurrección cedillista, organizada y preparada por los agentes de Hitler, de Mussolini y del Mikado.
Como en el caso de España, Etiopía y Austria, en el caso de México, Chamberlain traiciona una vez más la democracia británica y se conduce como un alcahuete del fascismo. El gobierno de la burguesía reaccionaria de Inglaterra obtuvo la respuesta que merecía, cuando el gobierno mexicano rompió sus relaciones con Londres, mostrando así que México no tolerará ninguna intromisión imperialista en sus problemas internos. Y como en España, donde la ayuda de Chamberlain no ha bastado para que Hitler, Mussolini y Franco tomen Madrid y Barcelona, en México en apoyo de la burguesía británica a los fascistas no conmoverá los cimientos de nuestro régimen revolucionario, hondamente enclavado en el corazón de las masas del pueblo.
Camaradas: los últimos informes de México indican que el fascismo ha fracasado por ahora en su propósito de provocar un levantamiento general contra Cárdenas. Desde hace algunos días, Cedillo es solamente un bandido incendiario, fugitivo en los campos y montañas de San Luis Potosí, manchado con la sangre de sus víctimas, campesinos, soldados y trabajadores ferroviarios.
Ahora se dice que Cedillo ha sido capturado. Lamento que esta noticia no haya tenido confirmación. De cualquier modo lamento no haber presenciado vuestra magnífica de-